Gustavo Feldman, un abogado rosarino que representa a un grupo de acreedores de la aceitera Vicentin, descree profundamente de que aquel grupo agroexportador quiera saldar realmente esas deudas. El jueves pasado se conoció una primera propuesta de pago y un sudor frío corrió por la espalda de los acreedores del sector granario: implicaba una quita del 75% en el pasivo con productores y acopios, además del pago restante en pesos a liquidar en un plazo de 20 años.
Luego la empresa anunció que aquella no sería su oferta final sino que se trataba de una “propuesta testimonial” enmarcada en el cumplimiento de los plazos concursales. Pero Feldman, que representa a los afectados del grupo Grassi, un grupo acreedor de peso dentro de la gran deuda cercana a los 1400 millones de dólares que arrastra Vicentin, dijo a Bichos de Campo que “el concurso es una farsa. Hacen esto para ganar tiempo procesal y no tener que hacer la propuesta de pago final”.
“Esa supuesta oferta para comprar la empresa de parte de ACA y compañía (por el trío que forman esa cooperativa, más Molinos Agro y Viterra) fue siempre una cortina de humo para ganar tiempo y ahora pedir la prórroga y formalizar una propuesta de pago pesificada, a pagar en 20 años y con dos años de gracia, lo que implica una licuación del 45% de la deuda de los acreedores granarios, algo ominoso”, agregó el abogado.
“También dije que la sindicatura iba a dictaminar que se pesifique la deuda de los acreedores granarios y esto fue así finalmente. Yo adelanté que (el juez Fabián) Lorenzini iba a resolver pesificar y explique que jurídicamente no correspondía hacerlo”, puntualizó.
Para Feldman, quien lleva adelante una querella contra los directivos de Vicentin en una causa penal paralela que se tramita en Rosario, “el concurso está mal y la empresa también está funcionando mal. Si la situación de Vicentin sigue así es probable que termine en una quiebra, y si eso ocurre se perjudicarán los acreedores y las fuentes de trabajo que dependen de la empresa”.
Hace un año que Feldman realiza denuncias al respecto de lo que considera una estrategia fraudulenta de parte del grupo Vicentin. “Incluso antes de participar de modo procesal, yo venía diciendo que esto no era una concatenación de eventos desafortunados o avatares de la economía del país, como argumentan desde la compañía, sino que hubo un plan de desfalco programado, diseñado y ejecutado”, resaltó.
El abogado publicó en marzo pasado un libro titulado “Nunca fuimos Vicentin”, que contiene un prólogo escrito por Aníbal Fernández y en el cual recopila una serie de artículos desde mayo del año pasado donde explica que, a su juicio, todo lo que hizo la empresa “fue una gran estafa” y argumentó que la misma empleó el esquema de Ponzi, un banquero de Estados Unidos conocido por haber operado de modo fraudulento ya que pagaba intereses de una inversión con el mismo dinero invertido o bien con dinero de nuevos inversores.
“Los de Vicentin modificaron el estado defraudatorio del esquema Ponzi y se quedaron con el grano sabiendo que nunca lo iban a pagar. Paralelamente simularon una situación de fragilidad económica y financiera para sacarle plata a los bancos extranjeros y al Banco Nación, con el componente político de ese momento, en que se tejían relaciones entre Javier González Fraga, quien presidía esa entidad bancaria, y el presidente Macri”, remarcó Feldman.
-¿Y por dónde cree que pasa la salida del conflicto en torno a Vicentin?
El abogado penalista consideró que no concebía salida del conflicto sin los productores agropecuarios y principales acreedores dentro del directorio. “Es inconcebible una salida sin ellos dentro de la empresa”, evidenció, y agregó: “Así como en su momento creí que era una decisión política adecuada expropiar Vicentin, aclarando que no había que expropiar la deuda sino los activos, hoy creo que no es la mejor salida”.
“Estafaron a los gringos que juntaban grano por grano. Estafaron al grupo Grassi pero también a correacopios. Por eso creo que la primera medida debiera ser que se vayan los malandras y estafadores de esa empresa y que los reemplacen no solo miembros del Banco Nación sino los acreedores, productores y acopiadores que se dedicaron hace tiempo a hacer lo que hacia Vicentin y que lo hicieron como correspondía. Y después tienen que repatriar o hacer aparecer la enorme masa dineraria para resarcir a las víctimas de la defraudación”, concluyó.
Para antes de que finalice agosto se espera en la causa de Rosario una serie de imputativas de unas 23 personas, entre ex directivos de Vicentin, directores titulares y suplentes y aunque no tienen injerencia procesal en el concurso, sí la tienen en la causa penal que se tramita en paralelo. Desde el grupo Grassi que representa el abogado Feldman, acotaron que “nunca pedimos prisión preventiva de nadie, pero sí pedimos la prohibición de la salida del país de esa gente”.