El jueves pasado, los abogados de Vicentín enviaron al juzgado que tramita el concurso de acreedores de la cerealera una primera propuesta de pago a sus múltiples acreedores, que generó bastante enojo porque su aceptación implicaría una quita del 75% en el pasivo con productores y acopios, además del pago restante en pesos a liquidar en un plazo de 20 años.
En diálogo con Bichos de Campo, sin embargo, voceros de la empresa que ingresó en default en diciembre de 2019 aclararon que que ésa no sería ni la única ni la última oferta de pago concreta a los acreedores, sino que se trata de una “propuesta testimonial” de modo de poder cumplir con los plazos que estaban establecidos en el concurso por el juez Fabián Lorenzini, a la par que solicitaron una prórroga de dicho plazo para avanzar en las negociaciones que mantienen con tres posibles compradores de sus activos: las cerealeras Viterra, ACA y Molinos Agro.
“En cumplimiento del tiempo concursal es que resolvimos presentar una propuesta testimonial el jueves pasado, porque el juez Lorenzini todavía no se expidió con la prórroga, aunque ya dejó trascender que la va a conceder. Por eso es que la empresa estaba obligada a hacer esa presentación formal, pero no para los acreedores, sino para cumplir con el proceso legal”, agregaron las fuentes.
El pedido de los abogados de Vicentin SAIC al juez Lorenzini es poder estirar las negociaciones hasta marzo de 2022, aunque desde la firma creen que para octubre próximo podrán acercar la propuesta definitiva de pago. “Estamos cumpliendo con los plazos procesales y en mantener la empresa operativa. Confiamos en llegar a buenos términos con los acreedores”, dijeron desde la empresa.
En los últimos días, según las mismas fuentes, varios de los acreedores (incluyendo el Banco de la Nación), habrían manifestado su acuerdo a que Lorenzini conceda la prórroga solicitada por Vicentín para encaminar las negociaciones con sus posibles compradores.
“Esto no es una propuesta definitiva, y lo aclara el propio documento, sino que es una formalidad que había que cumplir porque de lo contrario quedábamos expuestos a que alguien pidiera la quiebra más allá de que el juez ya había aclarado que iba a conceder la prórroga”, remarcaron desde la compañía, que entró en concurso en febrero de 2020, y que estuvo tres meses parada hasta que pudo volver a operar en junio pasado con nuevos contratos a fasón para procesar soja y girasol.
Desde el directorio de Vicentin aseguraron que “está garantizada la operatividad de acá a fin de año y no hay conflictos gremiales serios porque nunca se dejó de pagar el salario a los empleados, con lo cual la compañía logró honrar su compromiso y cada mes, desde la asunción del nuevo directorio, se presenta un informe mensual de status de las actividades de la empresa”.
Acá se pueden consultar los últimos informes de actividades de la empresa, desde noviembre 2020 a abril 2021: Noviembre- diciembre 2020 / Enero 2021 / Febrero 2021 / Marzo 2021 / Abril 2021
Acerca de la propuesta final de pago a los acreedores, desde la firma declararon: “Creemos poder hacer la presentación formal en octubre más allá que nos den tiempo hasta marzo 2022, y siempre trabajando articulados con ACA, Molinos y Glencore”, esta última ahora rebautizada como Viterra. La Asociación de Cooperativas Argentinas es además el principal acreedor granario en el concurso preventivo.
Consultada sobre si los acreedores están obligados a considerar el pago en pesos, desde la empresa manifestaron que “todas las operaciones se hicieron en pesos, por ende se definió legalmente que el pago se hiciera en esa moneda, pero la idea es acercarse lo más posible al valor de deuda que se contrajo en ese momento. Nosotros confiamos en que habrá entendimiento”.
En relación a los acreedores comerciales (no financieros) de Vicentin, desde la compañía aclararon: “El principal acreedor es ACA con unos 90 millones de dólares, y a su vez es uno de los actores mas positivos en busca de una solución privada y consensuada; está dentro de la mesa de soluciones”.
Acerca de cómo veía la salida del conflicto de aquí en adelante, desde Vicentin explicaron: “Está en el marco de un proceso concursal con una deuda grande pero el concurso es una herramienta enmarcada en la ley. La empresa respondió a cada una de las imputaciones y explicó qué fue lo que la llevó al estrés financiero en diciembre de 2019. Hubo una combinación de factores donde tuvo mucho que ver la cuestión política, las expectativas, y la corrida cambiaria entre septiembre y noviembre de ese año”.
En junio de 2020 el Gobierno de Alberto Fernández tuvo un revés en su intención de intervenir y expropiar la empresa. La primera manifestación en contra de esa iniciativa se produjo en Reonquista y Avellaneda, donde nació la cerealera, el 20 de junio de ese año, día de la Bandera.
En un acto de campaña de cara a las PASO de parte del director del Banco Nación y precandidato a diputado del oficialismo en la Ciudad, Claudio Lozano, se volvió a instalar la necesidad de crear una compañía estatal testigo en el mercado de granos. La magra propuesta testimonial del directorio de Vicentin atizó las quejas y las propuestas en el mismo sentido.
El actual directorio de Vicentin no está compuesto por ningún miembro de la familia dueña de la empresa, que decidieron dar un paso al costado, sino por tres hombres oriundos de la localidad: el contador de la compañía Omar Adolfo Scarel, quien es el presidente; el ingeniero Daniel Orestes Foschiati como vicepresidente y el abogado Fernando Estanislao Bougain, titular de un estudio jurídico, como director.