Triste. Tristísimo es el escenario de la cebolla en los valles del sur bonaerense y en la zona de Río Negro, en donde esta temporada se está dando un combo negativo entre sobreproducción, bajos precios, menor demanda exportadora y falta de agua sobre todo en el sur de Buenos Aires.
“El mercado está totalmente frenado. Brasil, nuestro principal mercado de exportación, no se llevó ni el promedio histórico que solía llevarse. A su vez hubo una sobreproducción de cebolla; muchos pensaban que no habría agua el año pasado, y aunque algunos optaron por sembrar en la zona de Villarino y Patagones, otros tantos se volcaron por producir cebolla en cantidad en General Conesa, Río Negro”, informó a Bichos de Campo Luciano Príncipe, productor de esa especie en el sur bonaerense.
Príncipe arrienda entre 50 y 70 hectáreas para producir cebollas cada año y aseguró que en los valles regados con aguas del rio Colorado: “Estamos en la peor situación con respecto a la disponibilidad de agua y por lo pronto no hay pronósticos de nevada. Hoy la foto nos da 81 días de riego. Es una situación muy complicada”, remarcó.
A la falta de interés exportador y la crisis hídrica, el productor también indicó que hay un escenario de precios viles en el mercado interno. “Hoy la cebolla no vale nada. La buena, que es aquella sobre la que mas plata se gastó, está costando alrededor de 3 pesos el kilo, la nada misma. A su vez hay mucha producción perdida por las distintas enfermedades que suelen agarrar cuando están apiladas. Sólo en el Valle de Conesa en Río Negro habría un 60% de producción que aún no pudo ser cargada y otro tanto que está en malas condiciones y que no se podrá cargar. Lo mismo ocurre en nuestra zona allegada a Corfo”, manifestó.
Los productores de cebolla son inquilinos en muchos casos, y otros se asocian para poder cultivar, según relató Príncipe. Apenas superan los 1000 en el valle bonaerense del Río Colorado y al conjunto negativo de factores se suma la falta de mano de obra, que suele contratarse en el momento de la recolección. “En la zona se hacían entre 16 y 18 mil hectáreas con cebolla pero esa superficie se fue achicando hasta tener no más de 10 mil hectáreas dedicadas a cebolla temprana y tardía, de cuyo total el 35% al 40% se exporta”, declaró Príncipe.
¡Falta el agua! En el valle del Río Colorado ya se teme por la próxima siembra de cebolla
En cambio Pablo Ríos, productor, empacador y exportador de cebollas en el límite de Buenos Aires con Río Negro, explicó que en esa zona este año duplicaron la siembra realizada durante 2020. Por ende, el exceso de oferta de producción juega en contra, y a la vez la demanda brasileña por la cebolla argentina resultó 50% menor a la del año pasado.
“Río Negro históricamente tiene poca producción de cebolla; lo que pasa es que fue creciendo por la emigración de la zona de Corfo hasta acá por la faltante de agua”, precisó.
En su intento por explicar por qué hubo menor demanda de parte de Brasil, Ríos comentó que ese país pasó de demandar la mitad de lo que demandaba. “A principios de año ellos tienen una productora fuerte de cebollas en el sur, en Santa Catarina. Se esperaba un año bueno y de hecho comenzó con picos de precios, pero otras zonas de Brasil aplicaron tecnología de punta y mejoraron rotundamente la calidad y el nivel de producción en los últimos 10 años; al ser zonas de ciclos más cortos especulan y pueden ir viendo lo que pasa en los mercados”, argumentó.
A modo de ejemplo, Ríos citó a la zona norte brasileña en Bahía y Recife, sobre el río San Francisco, como “una zona que produce en términos de rendimiento promedio unas 4 veces más por hectárea que nuestra zona; hacen todo por goteo y con un ciclo corto de 100 días, cuando acá nuestro ciclo es de 180 días, entonces ellos pueden ver el mercado, proyectar y duplicar producción y rindes de modo fácil. A su vez ellos tienen tres cosechas anuales, entonces meten siempre su producción”.
A su vez, Ríos contó que “se adelantaron las zonas de Mina Gerais, Goiás y el estado de San Pablo, viendo que habría faltante en el mercado por la escasez de agua en Argentina, y entonces en mayo se dio una explosión de cebolla, cuando generalmente para esa fecha siempre estuvo la producción argentina en Brasil”.
Tan pobre fue lo que se llevó Brasil que basta comparar la temporada 2020 donde se llevó 149 mil toneladas, con esta temporada donde sólo se llevaron 84 mil toneladas. “Nosotros cargamos hasta fines de abril y principios de mayo, pero este año ellos aparecieron antes producto de la especulación”, indicó.
Dentro del mercado de cebolla argentino, otros que suelen llevarse producción son Paraguay y Uruguay, aunque sean jugadores menos importantes, pero este año brillaron por su ausencia, y Chile, que no suele llevarse cebolla de acá, se llevó algo en cambio. ¿Pero porqué hizo eso? “El nacimiento de la cebolla fue desparejo, lo que provocó tamaños excesivos y producto de pandemia y cierre de locales gastronómicos, no tuvo canalización y prácticamente se regaló lo poco que se cargó para Chile. Hicimos varios embarques por debajo del costo productivo pero teníamos que sacarnos de encima la sobreproducción”, explicó.
Ríos hace unas 1000 hectáreas de horticultura, de las cuales 350 hectáreas son de cebollas. Es gerente de ProArco Patagonia S.A, empresa ubicada en la zona de Villalonga, partido bonaerense de Patagones, que fue creada en el 2002 y que produce lo que exporta desde el año 2008. Allí producen sobre campo propio, y también siembran ajo y papa además de realizar rotaciones con cereales. Dependiendo del producto optan por riego aéreo, por pivot o aspersión, y la cebolla y ajo puntualmente, se hacen bajo sistema de riego por goteo.