La última cosecha argentina de granos valía, pesos más o menos, unos 30.000 millones de dólares. Para llegar a ella se necesita, además de semillas, agroquímicos, fertilizantes y otros muchos insumos, de maquinaria específica para realizar las tareas, desde la siembra a la recolección.
La Bolsa de Cereales de Córdoba (BCC) calculó en un informe basado en las cifra del INDEC que los productores locales gastaron el año pasado 1.400 millones de dólares en renovar su parque de maquinaria. Eso equivale a reinvertir en ese tipo de bienes de capital casi el 5% del total facturado por el sector. Pocos sectores económicos pueden mostrar estar tasa de reinversión. De todos modos, es una cuenta aproximada, pues parte de la maquinaria adquirida se utiliza en la producción ganadera y las economías regionales.
En total, la venta de maquinaria agrícola llegó a las 19.899 unidades al cabo de 2020. Esto es decir que fue el segundo mejor año del sector fabricante en los últimos 7 años. En 2017, en rigor, se superaron los 20 mil equipos vendidos.
Sumando todos los rubros, las ventas de unidades de maquinaria agrícola crecieron 18,7% respecto del 2019. Las 19.899 unidades vendidas en 2020 “se mantienen por encima del promedio de los últimos diez años”, que fue de 18.517 unidades. Esto muestra la vocación de los productores por renovar equipos a pesar de las dificultades de la macroeconomía, con oscilaciones frecuentes en el tipo de cambio y escasez de crédito.
Pero el dato saliente es la inversión realizada para actualizar sembradoras, tractores, cosechadoras y otras herramientas. Ese parque muestra niveles de atraso preocupantes, con un nivel promedio de antigüedad de más de 15 años.
“Si bien la industria aun no alcanza los niveles de venta de los años 2007 o 2008, la facturación acumulada en 2020 es superior a la de aquellos años, y se ubica en el tercer mayor volumen de los últimos 15 años, con un monto de 1.405 millones de dólares”, estableció el informe de la BCC.
También en este caso la mejor marca proviene del 2017, con casi 1.900 millones de dólares invertidos en maquinaria, unos 500 millones más que ahora. Pero el promedio histórico está por debajo del monto gastado en 2020, ubicándose en unos 1.200 millones de dólares,
“A partir de 2018, tras la recaída del sector de maquinarias agrícolas, el precio en dólares comenzó a disminuir a causa de que los precios en pesos estaban prácticamente estables y la moneda local atravesaba una depreciación continua. Estos precios mínimos representaron un costo promedio de 298.000 dólares por una cosechadora y 30.000 dólares por un implemento hacia fines de 2019. Actualmente estos precios se ubican en 332.000 y 39.000 dólares respectivamente”, indicó la bolsa cordobesa.
En el acumulado de todo el 2020, la facturación en dólares de las fábricas e importadores de maquinaria alcanzó los 1.405 millones de dólares y subió nada menos que 21,8% frente a 2019.
“Adicionalmente se observa que el nivel de ventas superó al monto obtenido durante los años más prósperos de unidades vendidas, como el 2007 y el 2008, ubicándose en el tercer mayor nivel de facturación de los últimos quince años”, se precisó.