En una sesión del pasado 29 de diciembre, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, aseguró que en enero de 2021 se trataría el proyecto de prórroga de la Ley de Biocombustibles –que tiene media sanción del Senado–. Sin embargo, eso no sólo no sucedió, sino que además la iniciativa aún no está contemplada en la agenda de trabajo de la Cámara baja.
La falta de interés en tratar el proyecto para extender hasta el 31 de diciembre de 2024 la vigencia del Régimen de Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles –que vence en mayo próximo– comenzó a poner nerviosos a las empresarios que producen biodiesel y bioetanol destinado al corte con gasoil y nafta respectivamente.
Si bien en el último año el régimen –especialmente en el caso del biodiesel– estuvo virtualmente desactivado porque resultaba inviable producir con precios artificialmente bajos (precios del biodiesel y el bioetanol que son determinados por la Secretaría de Energía), el escenario futuro no luce tampoco muy alentador porque el equipo económico del gobierno nacional está enfocado en “salvar” como sea a la estatal YPF (endeudada en dólares más allá de sus posibilidades) y no considera que los biocombustibles como un sector estratégico.
“Hay un compromiso del presidente (Alberto Fernández), del gobierno y mío, que es que antes del vencimiento (de la legislación vigente) tengamos (una nueva) ley (de biocombustibles) y en eso les doy una absoluta tranquilidad”, indicó hoy Massa durante una reunión virtual con integrantes de la Unión Industrial Argentina (UIA).
“Eventualmente, puede haber una prórroga (de la actual Ley de Biocombustibles), por un lado, para no generar incertidumbre en el sector, y el inicio de la discusión de la una nueva ley por el otro”, añadió luego de un participante preguntara al diputado al respecto.
De todas maneras, más allá de la promesa de Massa –que no cotiza muy alto luego de no haber cumplido lo declarado a fines del año pasado–, los argumentos expresados sobre el tema por el diputado generaron más dudas que certezas.
“Tenemos que contarle a todos que es un régimen que lo que pretende es promover una movilidad sustentable en la Argentina (sic), que vayamos cumpliendo con los estándares internacionales respecto de cortes de productos más amigables con el ambiente en los hidrocarburos”, aseguró Massa.
Pero el diputado dijo que es un tema “cruzado por los intereses de las distintas regiones: las provincias patagónicas defienden a la industria petrolera, las del norte a la industria azucarera y las del centro de la Argentina el nivel de peso que pueda tener soja y maíz en los cortes (con biocombustibles)”.
“Por un lado, pesa el precio de los commodities, centralmente maíz y soja, que a lo largo del último año han tenido un crecimiento y que te ponen valor dólar adicional en el surtidor de nafta”, explicó Massa, sin advertir, quizás, que el petróleo también es un commodity y que el “valor dólar” de los granos están “planchado” por los derechos de exportación y las “retenciones cambiarias”, entre otros artilugios como el “fideicomiso aceitero”.
El diputado del oficialista del Frente de Todos apuntó que además “en esta era de la alimentación saludable, el azúcar empieza a ser un insumo cada vez menos consumido y entonces los legisladores del norte (argentino) piden el aumento del corte del etanol (de caña de azúcar)”.
“Me parece que es uno de los temas donde el Parlamento (en referencia al Congreso) va a tener que sentarse con todos a la mesa y encontrar un punto de equilibrio”, indicó Massa, para luego añadir que “se queden tranquilos porque antes del vencimiento de la ley va haber una nueva ley; creemos que Argentina necesita seguir promoviendo normas que de alguna manera nos aumenten el volumen de sustentabilidad”.