Uno de los últimos actos de Donald Trump antes de dejar la Casa Blanca fue indultar a 143 personas, una potestad establecida en la Constitución de EE.UU. que tradicionalmente es empleada por los presidentes un día antes de dejar su cargo.
Entre los indultados se encuentran Gregory y Deborah Jorgensen, además de un perdón póstumo a Martin Jorgensen, empresarios agropecuarios que fueron condenados por vender carne “trucha”, es decir, con atribuciones que no se correspondían con el producto ofrecido.
Todo comenzó en la década de los ‘80, cuando Gregory y su padre, Martin, reunieron a un grupo de productores de ganado de Dakota del Sur para avanzar en la cadena de valor y empezar a comercializar carne procesada con marca propia: Dakpta Lean. Posteriormente, se sumó al proyecto Deborah, hija de Martin.
El producto era ofrecido como “premium” al estar libre de antibióticos y hormonas, además de provenir, según aseguraban, de hacienda especialmente seleccionada y alimentada.
En el folleto que acompañaba cada corte se afirmaba que para producir cada corte vacuno se había mantenido un “estricto control de calidad mediante el seguimiento y procesamiento individualizado de cada animal” y que el ganado había sido “criado con una dieta sana a base de pastizales nativos y alimentos seleccionados sin hormonas de crecimiento ni implantes”.
Pero en 1989, cuando la demanda de sus productos superó su capacidad para cumplir con los pedidos, no tuvieron mejor idea que comenzar a vender carne convencional como “premium” para poder así capturar una mayor cuota de mercado y maximizar la rentabilidad. Pero el “juego” duró poco porque fueron descubiertos y denunciados por fraude. Y en 1996 la Justicia condenó a Gregory, Martin y Deborah a 24, 15 y 12 meses de prisión, respectivamente, además de aplicar multas sustanciales a cada uno de ellos.
Cuando Trump asumió la presidencia, los Jorgensen solicitaron el perdón presidencial, el cual fue concedido ayer martes. En los fundamentos de la decisión presidencial, se indica que “desde sus condenas en 1996, los Jorgensen han servido a su comunidad con devoción. Gregory fue elegido dos veces para la Junta de Comisionados del Condado de Tripp y encabezó proyectos de infraestructura para mejorar el acceso de las comunidades nativas americanas”.
“Deborah es miembro de por vida de una organización sin fines de lucro dedicada a promover oportunidades educativas para mujeres. Y Martin fue nombrado Empresario del Año por la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne. Los Jorgensen han mostrado remordimiento por su acción anterior y, a la luz de décadas de servicio público ejemplar, se merecen estos indultos”, añade.
Un detalle de color es que la lista oficial de indultados por Trump fue borrada hoy miércoles por el equipo del flamante presidente Joe Biden.