Por Matías Longoni.-
Como una continuidad con nuevos bríos. Una ratificación del rumbo, pero con aditivos. Así podría ser calificada inicialmente la gestión iniciada esta semana por el nuevo ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y sus principales colaboradores, que fueron presentados este martes en conferencia de prensa.
“Nuestra intención es continuar con el trabajo de Ricardo Buryaile. Aspiramos a seguir profundizando estas políticas, mejorando y siendo más eficientes”, dijo el flamante ministro, que luego de jurar ante el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada lanzó sus primeras definiciones. En todo momento, Etchevehere intentó mostrar que el cargo no se le subió a la cabeza y que forma parte de un equipo que dará continuidad a los principales lineamientos de la política agropecuaria de Cambiemos. “Todos tienen mi teléfono. El número no ha cambiado”, repitió al menos en un par de ocasiones.
Dos conceptos importantes que refuerzan la idea de que lo que hemos visto estos días no es un violento cambio de rumbo sino una inyección de energía para continuar por la misma senda. Etchevehere explicó que realizó pocas modificaciones en el Ministerio justamente para evitar “hacerle perder un año a los productores”, que es el plazo estimado que le tomaría a un nuevo equipo aprender como funcionan los resortes de administración del Estado.
La segunda definición es que se buscará trabajar con “absoluta transparencia y en un marco de austeridad”. Esa última palabra -“austeridad”- la utilizó varias veces como un eufemismo de los controles del gasto que le reclamaron a Etchevehere desde una Jefatura de Gabinete obsesionada por el déficit fiscal.
La cortesía indica poner en esta crónica primero lo que el funcionario quería decir. Etchevehere adelantó que su gestión pondrá énfasis en tres aspectos:
- Reducir el número de trámites que deben realizar los productores y empresas alimenticias. Es decir avanzar hacia una suerte de “ventanilla única” para que quienes producen no deban vivir pendientes del contador. “Desburocratizar”, fue la palabra elegida por el ministro, que mencionó que en ciertas actividades un productor debe hacer hasta 150 trámites para poder trabajar. Etchevehere también deslizó que habrá que hablar de muchos de estos temas con la AFIP.
- Promover la competitividad de las cadenas, en un esquema de trabajo semejante al de la Mesa de las Carnes, la de la Foresto-industria y la de los Lácteos, que debutará esta semana. ¿Qué significa esto? Que todos los actores de una misma cadena deben dejar de lado las rencillas, sentarse en una misma mesa, realizar un diagnóstico común y definir cuáles son los aspectos que limitan su competitividad. Las mesas serán coordinadas por el Ministerio, pero intervendrán varios organismos en simultáneo, para definir las medidas que deben llevarse a cabo en cada caso.
- Continuar con la apertura de mercados. Etchevehere fue elogioso del trabajo hecho hasta ahora por la gestión Buryaile (como ejemplo, quien dejará el Senasa en los próximos días, Jorge Dillon, está en estos momentos en China negociando los protocolos para poder venderle carne enfriada y con hueso). Y depositó muchas expectativas en el acuerdo comercial que posiblemente firmen antes de fin de año el Mercosur y la Unión Europea.
Ahora vamos a las definiciones frente a las preguntas del periodismo:
- Obviamente se lo consultó por la “preocupación” de los trabajadores de Inta y Senasa ante un fuerte ajuste y posibles despidos. Ambos organismos descentralizados están en la mira y tienen nuevas conducciones (Ricky Negri irá al Senasa, Juan Balbín al Inta), pero Etchevehere desmintió que estos nombramientos tengan que ver con la necesidad de ajustar el torniquete de los gastos. Los empleados de esos organismos “tienen que ver cómo el Gobierno vino trabajando estos dos años, porque vamos a seguir en la misma línea. Sí necesitamos ser muchos más eficientes”, fue el mensaje del ministro.
- Se le preguntó por las leyes demoradas, en especial por la de Semillas, ya que en su momento Etchevehere incluso cuestionó la legalidad de las patentes de la tecnología Intacta presentadas por Monsanto. Ahora, como ministro, abonó la posibilidad de un acuerdo entre todos los sectores que vienen trabajando para redactar un nuevo proyecto de ley, que contemple las necesidades de todos. “Hay que seguir por ese camino”, pidió.
- Respecto de las denuncias de su hermana, Dolores Etchevehere, el flamante ministro dijo que las acusaciones sobre lavado de dinero, vaciamiento u otras maniobras fraudulentas “son absolutamente falsas”, y pidió leerlas en el marco de un conflicto familiar por la sucesión del padre del ministro, que lo tiene a él, a su madre y a sus dos hermanos enfrentados con la menor de la familia. Tal es la virulencia de le escaramuza que Etchevehere reveló: “Hemos iniciado acciones legales contra mi hermana por estas últimas declaraciones”.
- Definidos quiénes serán sus principales colaboradores (además de Negri y Balbín, Etchevehere presentó a Santiago del Solar como jefe de Gabinete, a Guillermo “Willy” Bernaudo como secretario de Agricultura, y a Julio Currás como responsable de Agricultura Familiar), se lo consultó sobre el futuro de la tercera línea de Agroindustria. “No es un problema de nombres sino de políticas”, se excuso Etchevehere, que incluso llego a desmentir la partida del cuestionado subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino.
- Un periodista lo puso a prueba para saber qué queda del Etchevehere que desde la tribuna de Palermo denostaba las retenciones y otros tributos distorsivos. Le preguntó si no propondría adelantar el cronograma de reducción de retenciones a la soja, que comienza desde enero de 2018 a razón de 0,5% mensual, o 6% de baja en un año. “Todo continúa como estaba previsto”, contestó el recién llegado a la función pública.
muy buena nota Matías
Quisiera tener el telefono del Ministro..asi no gasto en carta documento..las langostas son problema de todos no solo de los productores y con resoluciones no se controla…hay que poner lo que se tiene que poner para que se controle la plaga….