Más allá de ser ingeniera agrónoma y formar parte del INTA Corrientes, Estefanía Cutro se conecta con el campo a través de la gastronomía y las recetas ancestrales. Su trabajo dentro de la coordinación de la Red de Cocineros del Iberá, donde busca valorizar la comida típica y apelar a la soberanía alimentaria, da cuenta de ello.
“La cocina es algo que tengo muy adentro. Quienes amamos la profesión sabemos que el trabajo final termina siendo en la mesa. Lo que buscamos era crear conciencia de que es importante valorizar esos saberes”, contó Cutro a Bichos de Campo.
La mayoría de las recetas de los cocineros del Iberá no están escritas sino que corren por la vía de la memoria. En ese marco, el trabajo cuasi de gestoría cultural gastronómica que realiza la Red, es muy importante.
Mirá la entrevista a Estefanía Cutro:
Para esta cocinera del corazón, que forma parte también de una plataforma de valorización de productos agropecuarios en el INTA, la gastronomía de este tipo es una forma de perseguir la soberanía alimentaria. “En la medida en que continuemos comiendo esa comida patrimonial, esa cocina, la demanda va a traccionar”, afirmó.
En el proyecto las mujeres son mayoría, aunque la presencia de los hombres en las cocinas, sobre todo durante los festines en las fiestas religiosas, es muy tradicional. El objetivo de generar emprendimientos se entrecruza constantemente con el turismo y la prestación de servicios. Sin embargo el fin no es instalar restaurantes: “Adaptamos hogares para prestar el servicio. Los viajeros quieren una vivencia de compartir con el pueblero”, remarcó Cutro.
-¿Cómo ves el rol de la mujer en el agro?- le preguntamos.
– Si la mujer en el sector agropecuario está en un determinado lugar es porque le costó mucho más que al hombre. Me parece que tenemos que ganar nuestro lugar desde un lado amoroso y armónico, apelando a nuestra capacidad, a nuestra sensibilidad. La gratificación más grande es ver mujeres valorizadas.
Aunque su trabajo la ha llevado a trabajar con mujeres rurales casi toda su vida, ella no se considera una. “Le tengo tanto respecto al mundo rural que sería una atrevida si intentara ponerme a la altura de ellas”, concluyó.