El Gobierno argentino informó que mantiene negociaciones con autoridades de la Unión Europea (UE) para destrabar la exportación de limones y naranjas argentinas a ese mercado, tras la decisión de ese bloque -anticipada por Bichos de Campo– de interrumpir por lo que queda de esta temporada las importaciones de todos los cítricos producidos en la Argentina, luego de que detectaran casos de la enfermedad denominada “mancha negra” (Phyllosticta Citricarpa).
Fuentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dijeron a la agencia Télam que de la negociación con representantes del bloque comunitario participan funcionarios de Cancillería, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y del organismo sanitario.
La medida, que ya fue anunciada por la UE desde el 16 de agosto, se fundamenta en el riesgo que supone para sus producciones locales la entrada y diseminación de la enfermedad mancha negra, tras haber interceptado cargamentos de limones argentinos con presencia de dicha enfermedad. El mayor problema es que los cargamentos donde se produjo el hallazgo de la enfermedad al llegar a la UE eran de los limones del NOA, sobre todo de Tucumán, que ya había concluido prácticamente la campaña de exportación a Europa. Pero en la volteada cayeron las naranjas y mandarinas que se producen en el NEA, en Corrientes y Entre Ríos, y que recién estaban comenzando con los envíos.
Síntomas de Mancha Negra se detectaron en embarques de limones y en cinco partidas de naranjas producidas en provincias del Noroeste argentino, pero la UE decidió que la prohibición se haga abarcativa a los cítricos producidos en todo el país. En este contexto, los citricultores del NEA dicen que podrían perder negocios por hasta 30 millones de dólares si no se revierte la decisión europea.
Pero hasta el momento no hay nada. La UE consideró que esas “intercepciones recurrentes demuestran que las salvaguardas fitosanitarias actualmente vigentes en Argentina son insuficientes para prevenir la introducción de la plaga especificada en la Unión”. Y que a partir de esto, “la introducción de los frutos especificados deben ser prohibidos temporalmente, independientemente de que estén destinados exclusivamente a usos industriales para procesar en jugo o no. Esa prohibición temporal debería aplicarse hasta el 30 de abril de 2021”, se precisó en la normativa comunitaria.
Las fuentes argentinas consultadas por Télam indicaron que esta es “una decisión unilateral y sin aviso previo” y la consideraron como “apresurada, ya que desde el punto de vista normativo sanitario internacional no se hicieron las pruebas de laboratorio de las intercepciones hechas en limón como en naranjas”.
Un comunicado del Senasa de este viernes añadió: “Lamentamos esta decisión que desoyó la solicitud hecha por Argentina de aplicar el concepto de regionalización, que resultaría procedente, el cual implicaba excluir de cualquier medida restrictiva a los cítricos dulces provenientes de la región NEA ya que no han tenido ninguna intercepción de la enfermedad y que es un principio que rige nuestra relación comercial bilateral de alimentos”.
En el organismo nacional creen que detrás de la medida para todos los cítricos está la mano de la poderosa industria citrícola española. De hecho, se afirmó que “nos preocupa que esta medida haya sido influida por reclamos que exceden lo meramente fitosanitario, como el realizado por los productores de cítricos miembros de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultoras y Ganaderos) quienes solicitaron la activación inmediata de medidas ‘adicionales y eficaces’ a la Comisión Europea ya que las importaciones en este rubro se encontraban “hundiendo las cotizaciones en el mercado europeo”.
Además de iniciar gestiones a través de la Cancillería para revertir la decisión de la UE, el Senasa dispuso “una auditoría al sistema público-privado de certificación sanitaria de cítricos, con el fin determinar si han existido posibles inconsistencias o falencias en los procedimientos establecidos”.