Por Nicolás Razzetti.-
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) publicó los nuevos valores del cultivo que lo ocupa, tanto para el productor como para el molino. La suba de este segundo semestre fue del 5%, lo que implica un acumulado interanual de 23%. Para el productor la mejora sería de 30 centavos, por lo que partir de octubre debería cobrar $6,30 por kilo de hoja verde. Eso si todavía tuviera algo para vender.
Aunque está previsto que todos los octubre deba establecerse un nuevo precio para la yerba mate, esta mejora en los valores llega tarde porque pasó la cosecha y ya se entregó casi toda la mercadería a las empresas procesadoras. En efecto, las estadísticas del INYM indican que pasado septiembre se reduce a casi cero la salida de hoja verde.
El incremento en el precio entonces se verá en los recibos de los molinos más grandes con capacidad de secado, de acopio y de empaque. Es decir, en las grandes firmas que trasladarán el mismo porcentaje de suba a los precios en la góndola y que usualmente se llevan la parte del león en el reparto del ingreso yerbatero.
Jorge Butiuk, productor y dirigente de Federación Agraria, dijo que “el aumento no llega al bolsillo del productor porque la cosecha se cerró en septiembre, encima el pago es cada vez a más largo plazo. Ese es uno de los problemas que tenemos con el INYM, que se define el precio después de la cosecha”.
Butiuk agregó que, en realidad, “estamos cobrando 50 centavos menos que el año pasado, cuando el valor era de $5,10, porque (entonces) el costo del cosechero fue 25% menos, menor también fue el costo del combustible y de otros insumos. Hoy, con todos los aumentos acumulados y con una suba menor del producto, se nos achicó el ingreso. Los costos aumentaron entre 40 y 50% pero el ingreso mucho menos”, precisó.
Los productores de esta economía regional dicen que lo que les pagan las industrias no alcanza para cubrir los costos, argumento común en casi todas las producciones regionales.
Para producir un kilo de yerba mate se necesitan de 3 kilos de hoja verde. Entonces, de los $55 que ingresan por la venta de un kilo el productor se queda con $19, el 34%.
A eso hay que sumar el valor de otro kilo de hoja verde que percibe el secadero y que significa 12% sobre el valor final. Ambos eslabones acumulan entonces 46% del ingreso, mientras que las empacadoras se llevan e resto: 54%.
Al respecto, el economista Damián Di Pace dijo que hay una fuerte concentración en el último eslabón de la cadena: “Cinco jugadores manejan más del 50% del mercado”, indicó. Y aseguró que eso lleva a que la brecha entre lo que paga el consumidor y lo que cobra el productor sea muy amplia.
De hecho, según el último relevamiento que hizo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), el productor recibe una octava parte de lo que paga el consumidor si se compara el kilo de hoja verde a salida del campo con el de yerba mate en la góndola.