Llega a la redacción de Bichos de Campo una de esas noticias que merecen mucha atención, pues se trata de leerlas para aprender sobre muchas cosas. Dice el título que en marzo pasado, justo antes del inicio de la cuarentena, la empresa santafesina Bounous Hnos tomó la histórica decisión de dejar de producir después de 70 años sus motores Bounous, más conocidos como Agricol o “agricoleros”.
Hay que remontarse en realidad 98 años atrás, a 1922, tiempos de la presidencia Marcelo T. de Alvear, para conocer el origen de esta historia. Es que en ese año, según informa una hermosa reconstrucción realizada por la propia empresa, “tiene sus comienzos Bounous en un pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe: Colonia Belgrano. Primeramente nace como fabricante de repuestos, y luego emprende la producción de máquinas para la construcción como reemplazo de las importadas”.
En 1949, ya con 27 años de experiencia en la metalurgia, la empresa “da inicio a la fabricación de motores a nafta estacionarios monocilíndricos. Estos ejemplares se posicionaron como los primeros refrigerados por aire del país. Denominados agricol, los motores tenían la particularidad de poseer una válvula que permitía su arranque a nafta, funcionar a kerosene y finalizar su utilización a nafta”.
“Cabe destacar, que en ésta época la nafta era escasa y su precio era muy elevado, al contrario del combustible kerosene que era mucho más accesible”, recordó esta inmejorable crónica.
Para 1952, Juan Dómingo Perón asumía su segunda presidencia, en un contexto de crisis debido a la inflación, la recesión y el desequilibrio externo. Estas agravantes fueron provocadas por dos años sucesivos de sequía en la Pampa Húmeda y una industria que comenzaba a ver limitada su capacidad operativa debido al desgaste provocado por los récords de los años anteriores; Sumado a las repercusiones del fin de la segunda guerra mundial y el inicio de la guerra fría.
“A pesar de ese escenario, Bounous apuesta a su crecimiento, y llegan los primeros aliados comerciales: Agar Cross y Cía. Ltda., quienes se encargaron de distribuir, a través de su organización de ventas, la línea de motores refrigerados por aire Bounous y un modelo exclusivo refrigerado por agua, con la conocida marca “Triunfo”.
Siete años después, es decir en 1959, la compañía trasladó su planta industrial de motores definitivamente a Gálvez, a 30 kilómetros del lugar de su fundación. Y al año siguiente la razón social se transforma en Bounous Hnos., conservando su estructura de sociedad de familia. Una muy buena reseña sobre la historia de esta familia de fabricantes de motores, que ya lleva tres generaciones, puede descargarse a continuación:
Mediante un convenio comercial, durante los años 1962 al 1965, RA Lister y Cía Ltda distribuye con sus representantes la línea de motores a nafta y agricol, monocilíndricos y bicilíndricos refrigerados por aire, con la supervisión técnica de su casa matriz en Inglaterra.
En 1967, mientras el gobierno de facto de Onganía anunciaba “la Gran Transformación” de la economía argentina, Bounous comienza el desarrollo y producción de motores diesel estacionarios. Y nuevamente le corresponde la distinción de haber fabricado los primeros motores diesel semirrápidos refrigerados por aire.
Dice la crónica de la empresa: “Este producto reconocido por su color verde trajo consigo, no sólo el cambio de combustible, por referencia mundial, sino un cambio de época y un salto de calidad. Se preguntarán, ¿por qué semirrápidos? La razón fue que en comparación con otros motores se duplicaba la velocidad y se pasaría de 750 rpm a 1500 rpm”.
Y se ufana: “A pesar que decían que ‘no iban a aguantar’, los motores Bounous permanecieron en el mercado hasta hoy como sinónimo de calidad”. Tanto fue así que años después, en 1980, la empresa santafesina es convocada a formar una alianza por la fabricante alemana de motores diesel Hatz, que buscaba expandirse por Latinoamérica.
Cómo se restauró la Rotania, la primera cosechadora automotriz del mundo que se fabricó en serie
“Con el correr de los años, la demanda del mercado fue mutando y la obsolescencia del motor Bounous fue pesando. En comparación con las nuevas tecnologías en motores diésel, lo que fuera un precursor fue quedando atrás en la relación peso-potencia y el emisionado de gases”, explicó la industria.
“Por tal motivo, en el mes de marzo del 2020, se dió por finalizada la fabricación de los motores diesel Bounous en la sede Gálvez, lo que convierte a Bounous en los últimos fabricantes nacionales seriados de motores diesel industriales de uno y dos cilindros refrigerados por aire”, sentenció la empresa, que además informó que “continuará con la fabricación y provisión normal de repuestos y reemplazos de toda la línea de motores diesel fabricados hasta la fecha”. Obviamente seguirá dedicándose a motores diesel más modernos.