Cristian ‘Tato’ Roca es un pequeño productor agropecuario del sur de Santa Fe, zona de origen de la Federación Agraria Argentina, entidad en la que -a regañadientes y no sin críticas- todavía dice pertenecer. Él mismo se define como un “chacarero arrendatario”, es decir alguien que tiene una pequeña fracción de campo propio pero que no le alcanzaría para sobrevivir, y por lo tanto se ve obligado a alquilar campos vecinos para adquirir una escala mínima. Es una figura muy frecuente en la economía pampeana.
“Mucha gente, y hasta el mismo Gobierno, muchas veces no entiende a este sujeto productivo y sus necesidades. Son aquellos que viven en el campo o en los pueblos y le dan vida a las localidades”, describió Roca, dando pie a la discusión que sigue: cómo impactan las retenciones, ese impuesto presente en todos los debates sobre el campo.
Bichos de Campo consultó a Roca por una razón: Desde su filial Regional Sur de Santa Fe de Federación Agraria, mantuvo reuniones con el gobierno nacional y con varios intendentes de la zona .para elaborar una propuesta de segmentación, de modo tal que los pequeños productores sintieran menos el impacto de las retenciones que los grandes grupos agrícolas. Roca es claro que se trata de un impuesto que critican como todo el resto del arco productivo. Pero como saben qué va a durar mucho tiempo más, su intención es que hagan el menor daño posible sobre el entramado productivo. “No todo el campo es lo mismo”, asegura.
Mirá la entrevista con Cristian Tato Roca:
Esta bien repetir ese concepto. Consultado por el impacto de las retenciones -o los derechos de exportación- que deprimen el precio de venta de los granos y cómo le impacta sobre la economía del pequeño productor, Roca dijo que “claramente mal, como a todo el mundo”.
Pero luego explicó: “Venimos de cuatro años de macrismo, donde no se ayudó en nada al pequeño productor, y ahora con la situación de emergencia, y como se plantea en un artículo en la Ley que habla de las devoluciones a los pequeños, plantemos como corresponde un proceso de dialogo con el nuevo Gobierno, porque no todo el campo es lo mismo”.
Roca amplía el abanico y no habla solo de segmentación de las retenciones -diferente alícuota deducida según escala productiva-, sino que propone categorizar a los productores, a los que debería aplicárseles una política diferencial. “Al productor pequeño, el que vive en los pueblos, hay que asistirlo además con políticas crediticias, rever el precio de alquiler de los campos y de los insumos, como el gasoil”, propuso.
“A los pequeños nadie los atiende en los bancos, cuando son los más afectados. El grande puede bancarse las retenciones”, mencionó.
En cuanto a la segmentación, según Roca, para que sea factible su articulación, los pequeños productores se les debe calcular ese precio diferencial en la misma cooperativa cuando entregan el grano. “Planteamos la deducción directamente ahí. Saludamos la segmentación pero ahora el Gobierno debe armar bien el modelo”, subrayó. Por cierto, el Ministerio de Agricultura todavía no brindó precisiones del modelo de reintegros de retenciones que planteó desde diciembre pasado.
Por último, Bichos de Campo le preguntó a Roca si con el 22% de retenciones (que es el mejor escenario que establece la propuesta oficial) un ‘chacarero arrendatario’ que produzca soja quedaría en mejor situación. “Claramente que no, hay que corregir otras cosas como el costo de los insumos, alquiler y gasoil”, insistió Roca.