Manolo Lamas hace 26 años que se dedica al transporte de hacienda. En 1998, desde su empresa se creó el primer acoplado doble piso del país y empezaron a ofrecer el servicio a las estancias (con todo el ahorro que significa una doble jaula). Y ya para 2009 trabajaban en 9 provincias con 14 jaulas con dicho sistema sistema. Hoy, además de realizar su trabajo de logística, Lamas se dedica a contar las “penurias” que vive el transportista de hacienda, que describe como el eslabón más débil de la cadena de la carne. “Además de la nuestra flota propia contratamos camiones de otros y así hemos logrado tener la red más grande del país; por eso obtenemos mucha información que nos brindan transportistas de todos lados”, dice.
-¿Por qué decidió empezar a denunciar los problemas del sector?
-Porque los vivimos a diario, estamos comprometidos con toda la cadena y como dice mi madre: “Hay que hacer el bien sin mirar a quien”.
-¿Cuáles son las situaciones que se repiten?
-Son varias. Sobre todo las demoras en las descargas en los frigoríficos y a veces en el Mercado de Hacienda de Liniers, cuando entra mucha hacienda, o en campos de feedlot cuando llegamos de noche y no nos descargan hasta el otro día.
-¿Esto atenta contra el bienestar animal?
-Sí y también contra la comercialización, ya que por esas demoras no podemos llegar a nuestro siguiente destino. El tema demoras es clave: las exigencias de la Comunidad Europea, del norte de Europa y de Asia con respecto al bienestar animal son cada vez más altas y hoy la industria exportadora en su mayoría no las está cumpliendo porque tiene mayor capacidad de compra que de encierro…
-¿Se refiere a los frigoríficos?
-Claro, porque muchas veces llegamos, no hay más corrales, hay que esperar hasta que empiece la faena y recién ahí podemos descargar… ¡pero 7 horas o más después de haber llegado! Además hay poco personal para la operatoria o no siempre se prioriza la velocidad. Estamos pidiendo más corrales, lavaderos y balanzas en los frigoríficos exportadores.
-¿Y con respecto a Liniers?
-Ellos van abriendo los atracaderos a partir de las 2 de la tarde y de forma paulatina hasta las 21 horas, que es cuando más llega hacienda. Esto es muy criterioso pero a veces se juntan jaulas que no pueden descargar y ahí viene el reclamo porque no se logra agilizar las cargas al no haber suficientes descargaderos. Entonces estamos pidiendo al Mercado y al Senasa que haya un protocolo de descarga según la cantidad de hacienda e ir afinando este protocolo para que nadie pierda, por supuesto.
-¿Y en los campos?
-Nos pasa que llegamos y la hacienda no está preparada, entonces ya salimos tarde de los establecimientos y llegamos muy tarde a destino. Ahí aparece otro problema: que no nos descargan hasta el día siguiente, se alarga todo y hay mucha posibilidad de que quede hacienda muerta. Entonces surge el conflicto de que el productor quiere debitarnos esas pérdidas cuando en realidad nosotros llegamos a destino con toda la hacienda en pie.
-¿Con los lavaderos cuál es el problema?
-Que hay muy pocos. Hoy la normativa del Senasa para instalarlos es faraónica, requiere una inversión altísima y encima luego necesita la aprobación de las municipalidades, que tampoco es fácil. Con este escenario hay pocos lavaderos habilitados en el país y esto impide que podamos cumplir con la reglamentación que estipula que una vez que se descarga hay que lavar.
-¿Y ahora con la cuarentena?
-Esto se agravó porque los lavaderos están cerrados- Por eso estamos pidiendo que nos permitan circular sin lavar y además porque creemos que el país está en condiciones sanitarias de hacerlo. Queremos es que no nos exijan en la ruta que estemos limpios porque no podemos cumplir con la normativa.
-¿Por qué no se habla de esto?
-Y… a veces el temor a perder un cliente hace que las cosas no se digan. Estamos viviendo una situación muy difícil porque hoy existe una sobreoferta de transportistas de hacienda, lo que deprecia la tarifa, sobre todo cuando es gente que se compró un camión pero no vive de esta actividad sino que es algo satelital para sus ingresos y es competencia desleal. Hoy se trabaja casi a pérdida; si uno tiene todo en condiciones se pierde plata.
-¿Cuál es su objetivo con estas denuncias?
-Mejorar en todo y que se dé relevancia al transporte. El Senasa se tiene que adecuar a la realidad del país y trabajar para solucionar los problemas. Pedimos normas y procedimientos y buenas prácticas ganaderas. Uno tiene las ganas y la voluntad de resolver y lamentamos el silencio del sector y de toda la cadena.
-¿Por qué ese silencio?
-Porque decir las cosas, fastidia. Liniers tiene 114 años de historia y de prestigio, y nunca antes un transportista de hacienda le había dicho nada acerca de cómo hacer para mejorar las descargas y eso molesta, enoja. A la vez, los frigoríficos se enojan porque hacemos las denuncias y porque llamamos al Senasa. Y el Senasa se enoja porque nosotros damos a conocer los inconvenientes, lo que pasa en la realidad. O sea, todos los que pueden mejorar la situación en vez de sumarse para trabajar en equipo, se enojan.
-¿Cómo sigue esto?
-Somos un eslabón muy importante de la cadena… pero somos también el más débil. Todo es muy complicado porque cuando tocamos algún tema, como dije antes, siempre hay alguien que se enoja. Por ejemplo cuando decimos que hay informalidad con los choferes, que están en negro, son monotributistas o están afiliados a la UATRE, cuando no corresponde tenerlos ahí. Lo que pasa es que los mismos que denuncian informalidades en otras cosas también la cometen cuando inscriben a un chofer en un convenio que no corresponde.
-Qué panorama…
-Por momentos me siento muy solo. No con respecto a los colegas, pero sí con los integrantes de la Mesa de Carnes porque no han manifestado públicamente el apoyo a lo que estamos haciendo.
-¿Dónde se pueden ver las denuncias?
-Hace 3 años que estamos publicando nuestros problemas en las redes sociales para visibilizar lo que estamos viviendo. Nosotros transmitimos lo que nos cuentan los jauleros y los pedidos que nos hacen. Sólo pedimos que se hagan las cosas bien. No nos queremos pelear con nuestros clientes. Hoy hay una voz para contar lo que nos pasa.
Cuando hay informales…no hay ganancia, aquí en Perú tienes que tener tu propia flota..si no te comen vivo…
Por qué nadie hace nada con los precios de los lavados? Ya que no tenemos opciones de elegir donde lavar una vez que nos descargan en los frigoríficos alguien tendría que controlar los precios que nos cobran y la forma en que nos lavan. Hay frigoríficos que cobran 2000 pesos una jaula simple y otros 1000 y la mayoría no te dan factura. Eso sin contar que no pasa de una manguereada por arriba. Donde esta Senasa???
Robin hood de los transportistas ??? JAJAJA de los gringos es Robin hood este y empezó a serlo desde 1998 cuando largo con la doble según la nota. Ahora que la cuestión es irremediable con respecto a las tarifas miserables que maneja el transporte de hacienda ni hablar las jaulas dobles piso con respecto a los costos la culpa es de los frigoríficos y de los productores! Cuánta hipocresía háganse cargo del maldito círculo vicioso y de manoseo que crearon haciéndose los empresarios del transporte, chupándole las medias y rebajándose ante los grandes. El campo y el frigorífico siempre fue así está en uno ver cómo lo maneja, ya está todo inventado.
Lo que quisieron inventar después es lo que va contra corriente y nos condena hoy a los transportistas de hacienda