El presidente Alberto Fernández no ha hecho todavía ningún gesto público para tratar de entender la situación de los productores agropecuarios, que en muchos casos están ahogados por la fuerte presión fiscal y otros problemas mucho más terrenales, como la falta de caminos o de infraestructura básica para producir. Nunca admitió que ese problema podía existir. Sin embargo, en declaraciones radiales reclamó al campo que “entienda” la delicada situación de la Argentina. Peor todavía, trató a muchos de sus dirigentes como opositores.
En Radio 10, un medio amable para él , el presidente le pidió a las entidades representativas del campo “entender la situación de la Argentina”. En ese sentido sostuvo que el Gobierno está dispuesto a dialogar con la Mesa de Enlace, como hizo el ministro de Agricultura, Luis Basterra, pero insistió con que “esta vez el esfuerzo tiene que hacer lo que están en mejores condiciones; no los que menos tienen”.
Y en todo momento se mostró decidido a dividir el frente agropecuario entre quienes quieren cooperar con su gobierno y los que no lo hacen simplemente porque son opositores.
“No es lo mismo que hable un presunto chacarero que un presunto militante o dirigente encubierto. Eso está claramente inducido por dirigentes de Cambiemos. Son las reglas de juego que buscan imponer. Yo tengo la tranquilidad de que estoy cumpliendo mi palabra con quienes me votaron”, aseguró Fernández.
“Yo estoy dispuesto a hablar con todo el mundo”, dijo el Presidente en relación al pedido de reunión de la Mesa de Enlace y agregó: “Ellos saben que no vamos a tomar una medida sin consultarlos, Por eso le pedí al ministro de Agricultura (Luis Basterra) que lleve adelante esa reunión y que empecemos la discusión sobre como seguir adelante”.
Fernández dijo además sentirse tranquilo “espiritualmente” porque ya había sido claro en la campaña sobre su decisión de que, “esta vez, el esfuerzo tienen que hacerlo los que están en mejores condiciones” y que “no lo van a ser lo que menos tienen”.
“Por lo tanto, los que exportan son los que tienen mejores condiciones esta vez”, subrayó el mandatario, quien pidió al campo “entender la situación de la Argentina”, un país donde “el FMI está diciendo que no está en condiciones de pagar sus deudas”.
Basterra recibió el jueves a los dirigentes ruralistas en el edificio del ministerio, en Paseo Colón al 900, para dialogar sobre el tema de las retenciones. Allí quedó descartado que el Presidente fuera a anunciar un aumento de 3 puntos en las retenciones de la soja, para llevarlas del 30 al 33%, en la asamblea legislativa del domingo. Al menos es lo que dijo el ministro a los ruralistas. Pero con las declaraciones del presidente, unas pocas horas después, quedó claro que el gobierno no desistirá de su intentona.
Y es que si bien el Presidente envió una señal de diálogo hacia las patronales agrarias, le pidió a la Mesa de Enlace “entender” la critica situación económica y social del país, heredada de la administración de Mauricio Macri.
“Lo que el campo también tiene que entender es la situación de la Argentina. Estamos en un país, no por culpa nuestra, donde el FMI esta diciendo que ese país que se llama Argentina no está en condiciones de pagar sus deudas, y si el Fondo dice semejante cosa, se darán cuenta el estado en que están las arcas publicas”, aseveró.
En ese sentido, Alberto Fernández pidió a las patronales agrarias que hagan su “aporte” porque “no puede ser que a uno le piden que supere el déficit fiscal y al mismo tiempo nadie quiera aportar nada”.
Los productores ya aportan 30% del valor bruto de su producción de soja y el 12% de sus cosechas de maíz y trigo, además del 9% de toda la carne vacuna y el 5% de todos los productos de las economías regionales. Esto por retenciones, porque además tributan todo el resto de los impuestos.