A veces los economistas la pegan. Solo a veces. Sucedió el viernes, cuando el economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), Gonzalo Agusto, trazó un escenario sobre lo que iba a suceder si el gobierno subía las retenciones, como finalmente sucedió el día siguiente. Augusto trazó dos escenarios, uno más moderado que otro, y finalmente uno de ellos es el que se aplicó para los granos que aportan el grueso de la recaudación. En este escenario, el más leve, el aporte adicional del agro a las arcas fiscales crecerá en 400 millones de dólares.
No se puede decir que “el campo la sacó barata” porque estamos hablando de retenciones, que siempre son dolorosas, y porque esos 400 millones de dólares de más que los productores ceden al Estado puede significar que muchísimas explotaciones ingresen en zona de pérdida. Pero el otro escenario, el de máxima, era bastante peor e implicaba la transferencia de unos 1.300 millones de dólares.
Augusto había planteado un aumento de las retencionesl 30% para la soja y al 12% al maíz y al trigo, que es la que finalmente se conoció el sábado. En el escenario más temido y que por ahora no se concretó, establecía el 35% para soja, el 20% para el trigo y el 15% para el maíz, como venían analizando distintos analistas.
Como finalmente, y por ahora, el esquema que quedó es el menos oneroso, el aporte de estos granos en materia de retenciones para la campaña 2019/20 pasaría de los 4.600 millones de dólares que iban a pagarse hasta el viernes pasado (con retenciones de 24.7% para la soja y de solo 6,7% para trigo y maíz) a unos 5.000 millones. En el peor escenario, que por ahora se evitó, el “aporte” hubiera llegado a 5.900 millones.
No se puede suspirar de alivio ni nada parecido, porque en el análisis de la BCCBA también se apunta que el dinero que el Fisco, cualquiera sea el signo del gobierno a cargo, le ha venido sacando al agro sumó 84.000 millones de dólares desde que el tributo se reimplantó en 2002, luego de la gran crisis de 2001. Y acá no hay ideología que valga ni nada parecido. Es plata. Y es una lógica que se repite.
Según esta gráfico preparado por la BCCBA, con claridad el gobierno de Cristina Kichner fue el que más dinero recaudó por esta vía, con un total de 54.000 millones de dólares en sus dos períodos. En esto tienen que ver no solo las altas alícuotas (llegaron al 35% en la soja) sino también y especialmente los altos precios internacionales de los granos. La baja de esos precios, más que la baja de la presión fiscal, explican por qué la recaudación por retenciones se redujo a 17.000 millones de dólares en los cuatro años de Mauricio Macri.