La Bolsa de Comercio de Rosario, a través de su analista Emilce Terré, realizó un balance de la campaña de trigo 2016/17. La principal conclusión es que las “sorprendentes exportaciones” han permitido evacuar los elevados saldos exportables con los que contaba el país luego de una cosecha récord del cereal. Y que “el stock final de la campaña quedaría en 800 mil toneladas, el nivel más bajo en varios años”.
Está bueno. Está bueno. Está bueno. Es necesario remarcarlo para contrastar esta situación actual con lo que sucedía en el mercado triguero local cuando estaban en vigencia los ROE (permisos de exportación) impuestos por Guillermo Moreno & Cia a partir de 2006, y que actuaban frenando los embarques del cereal, sobre-ofertando el mercado local y deprimiendo de modo casi permanente los precios que cobraban los productores de trigo. En esos años el carry over de una campaña a la otra podía ascender a varios millones de toneladas.
Los números de la Bolsa de Rosario para construir este balance de final de campaña son los siguientes:
- Del lado de la oferta, en base a un área cosechada de aproximadamente 5,16 millones de hectáreas y un rinde promedio de 33 quintales por hectárea, la producción nacional para el ciclo 2016/17 resultó ser de 17 millones de toneladas, el máximo volumen en casi 10 años y más de un 50% por encima del promedio de los últimos 5 años.
(Aquí una aclaración. La estimación del Ministerio de Agroindustria es todavía más elevada y supera los 18 millones de toneladas, pero la bolsa rosarina se mantiene en sus propios números).
- Del lado de la demanda, el consumo interno de trigo se calculó en 6,6 millones de toneladas (incluyendo el uso destinado a semilla). Se prevé la utilización de parte del sector molinero y elaborador de alimentos balanceados de 5,9 millones de toneladas, más otros 0,7 millones que se destinarían a siembras y residual.
- “En tanto, las exportaciones vienen mostrando volúmenes en niveles sorprendentes para esta altura del año, y que volvieron a colocar a nuestro país en el podio de las naciones proveedoras de trigo al mundo””, dice Terré. En base a esta performance se proyectó un nivel de despachos al exterior para el ciclo comercial 2016/17 de 11,2 millones de toneladas, un máximo histórico para nuestro país, que, prácticamente, duplica el promedio de las exportaciones en las cinco campañas previas.
En estas circunstancias, según el balance de esta entidad, la relación entre stock y consumo pasaría del 10% de fines del ciclo 2015/16 a apenas un 4% en la presente temporada, dando sostén a los precios de los productores. Y estimulando a los mismos a la hora de encarar la nueva temporada. Es decir, todo lo contrario de lo que venía sucediendo.
Al respecto, la Bolsa de Rosario indicó que para la campaña 2017/18 “se espera por segundo año consecutivo un nuevo incremento de la superficie sembrada con trigo”. El área sembrada podría llegar a 5,5 millones de hectáreas, apenas por encima de su promedio histórico de 5,4 millones de hectáreas.
De todos modos, Terré aclar´ro: “Los excesos hídricos que imposibilitan completar los planes de siembra son una noticia alarmante para el mercado. En base a una previsión de superficie a implantar de 5,45 millones de hectáreas que publica GEA y tomando un rinde tendencial para los últimos cinco años, el potencial de aumento de la producción es bastante limitado en relación a las posibilidades de expansión que puede tener la demanda por cereal argentino”.
Pero ese será otro capítulo.