Hay casi 850 hectáreas implantadas de olivos en territorio bonaerense, lo que lo ubica como el tercer frutal más importante a nivel provincial. Por sus características climáticas y de suelos, gran parte de esa producción se ubica en el sudoeste provincial, donde se produce un aceite de gran calidad. De ahora en más, ese productor intentará contar con una Indicación Geográfica propia.
Así lo anunció el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, en una jornada llevada a cabo en Coronel Dorrego, el epicentro de la producción olivícola bonaerense. Junto a productores, prestadores turísticos, funcionarios y representantes de la cadena, se firmó allí el acta de constitución del Consejo Promotor de la Indicación Geográfica “Aceite de Oliva Virgen Extra del Sudoeste Marítimo Bonaerense”.
Ese comité, de ahora en más, será el encargado de iniciar las gestiones para ese reconocimiento de origen, así como de expedir las certificaciones que reconozcan el origen de los aceites producidos en la provincia, del mismo modo que ya se hace con muchos otros alimentos y subproductos en distintas regiones del país.

La producción olivícola bonaerense no deja de ser marginal: la provincia concentra solo el 2% de la producción nacional de aceitunas y se posiciona como la quinta provincia productora del país. Sin embargo, el aceite que se está produciendo en la región costera tiene rasgos de calidad notables. Por eso la gestión provincial cree que impulsar su elaboración también por fuera de los circuitos convencionales -ubicados en la zona de Cuyo- es también importante. El reconocimiento de la Indicación Geográfica valoraría el origen del producto y le otorgará un plus de valor para insertarse en otros mercados.
La conformación del Concejo Promotor es el primer paso de un proceso que culminará con el reconocimiento por parte de la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de esa IG en particular. El proceso puede demandar varios años.
De ahora en más, los productores y representantes agrupados deberán llevar a cabo los estudios técnicos para definir parámetros específicos que definan al aceite de oliva del sudoeste bonaerense. Eso involucra las características climáticas, de suelo y geográficas, pero también las técnicas y procesos de producción específicos.
Finalmente, mediante una solicitud formal, se le pide a la autoridad de aplicación que apruebe la certificación y, tras su publicación en el Boletín Oficial, el trámite se dará por finalizado.

En paralelo, Rodríguez participó del lanzamiento de la Ruta del Olivo, una iniciativa turística que se desprende del Plan de Desarrollo del Sudoeste Bonaerense y concentra a 11 fincas de esa región, además de prestadores de servicios y gastronómicos. Es un circuito que emula a otros ya existentes, como en el caso del vino, por ejemplo.
La iniciativa, aseguró el ministro bonaerense, “permite complementar la actividad productiva del olivo, que viene creciendo de manera sostenida, con una propuesta turística para vecinos, vecinas y para todos los turistas que quieran recorrer la región”. Se ofrecerán visitas guiadas, catas y recorridos por los centros de elaboración.
Las fincas que integran esta ruta abarcan desde Coronel Dorrego hasta Bahía Blanca, pasando por Alsina y Puán, las zonas donde se concentra la producción olivícola bonaerense. “Tenemos un producto de altísima calidad y, a partir de la Ruta del Olivo, la posibilidad de complementarlo con una experiencia turística”, celebró Rodríguez.




