A través del decreto 877/2025 publicado hoy en el Boletín Oficial, el gobierno oficializó la decisión de reducir los derechos de exportación que pagan los granos. Anunciada de manera sorpresiva a comienzos de esta semana, la medida supone una baja de entre 1 y 2 puntos para los distintos complejos.
De esta forma, la soja pasará a tributar de 26% a 24%, mientras que sus subproductos se reducirán de 24,5% a 22,5%. El trigo y la cebada pasarán de tributar el 9,5% al 7,5%; el maíz y el sorgo de 9,5% a 8,5%; y el girasol de 5,5% al 4,5%.
“Esta gestión de gobierno entiende a los derechos de exportación como un impuesto distorsivo que debe eliminarse y que, en la medida en que lo permita el superávit fiscal, se irán reduciendo hasta su desaparición”, reza la medida firmada por Javier Milei, Manuel Adorni y Luis Caputo.
“Es necesario continuar creando condiciones favorables para la producción, el comercio exterior y la apertura de nuevos mercados, fortaleciendo la estabilidad macroeconómica y el desarrollo del sector productivo en cada región del país, brindando certezas y mayores oportunidades de negocios a los productores, elaboradores y exportadores de las distintas cadenas de valor involucradas”, marca a continuación.
El decreto detalla también que en los primeros 10 meses del año se dio un incremento en los montos y volúmenes exportados de los granos, “alcanzando aproximadamente los USD 28.875.000.000 y las 86.520.000 toneladas”. Esto representó un incremento del 5% en monto y del 10% en volumen respecto al año 2024.
A través de sus redes sociales, y en base a datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Caputo destacó que, en el caso de la soja, se trata de la alícuota más baja en 19 años.
Esta nueva rebaja se suma a otras aplicadas previamente. Fue en enero de este año que el gobierno anunció una quita parcial, que luego volvió a subir en junio. Para julio, aquel recorte se volvió permanente y luego, en septiembre, se otorgó otra baja temporal que le permitió a las arcas nacionales obtener un ingreso anticipado de divisas de 7.000 millones de dólares, previo a las elecciones.




