Desde hace dos años que la Secretaría de Agricultura de la Nación incumple visiblemente con uno de los mandatos centrales que disponía la la ley que dio origen al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM): el titular del organismo debía designar a un presidente para ese instituto, que a su vez debía convocar a las sesiones semestrales para determinar los precios de referencia.
Luego de un primer amague de nombramiento de un presidente del INYM, realizado por el ex secretario de Agricultura Fernando Vilella en febrero de 2024, el gobierno de Javier Milei decidió dejar vacante ese puesto justamente para evitar que sesionara el Instituto yerbatero y pudiera definir precios mínimos para los colonos misioneros, que desde entonces sufren una visible sangría de sus ingresos por la venta de hoja verde. Fue una clara triquiñuela decidida por el ex secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo, y aplicada por su concuñado, el actual responsable de Agricultura Sergio Iraeta.
De ese modo, los libertarios lograron evitar que el INYM cumpliera con su función fundamental, que era regular los precios, hasta que hace unos días lograron anular ese aspecto de la ley yerbatera mediante un decreto.
Recién ahora, cuando se cumplen dos años de la gestión libertaria y con evidente protección del gobierno de Misiones dominado por la Renovación, el concuñado de Agricultura de la Nación se animó a visitar las tierras coloradas, que están bastante caldeadas por la crisis yerbatera y de otras economías regionales. Fue para participar de una reunión del Consejo Federal Agropecuario del NEA. La actividad se desarrolló en el Hotel Continental de la capital misionera, y fue presidida por el ministro del Agro y la Producción de Misiones, Facundo López Sartori.
Según informó el propio gobierno misionero, “la primera parte de la jornada estuvo dedicada a las economías regionales -tabaco, cítricos, algodón, arroz, yerba mate, producciones no tradicionales y biotecnología aplicada al sector-, a cargo de Martín Giaccio, el subsecretario de Economías Regionales” de la Nación, quien se dedicó a atajar los penales y dejar el terreno allanado para la primera aparición del concuñado Iraeta en la provincia.
“No hubo representantes del directorio del INYM ni se abordó en ningún momento la posibilidad de designar un presidente al frente del organismo”, explicó una fuente a Bichos de Campo. Quedó más que claro que la estrategia nacional -en visible acuerdo con la provincia- será prolongar la acefalía de dicho instituto, para evitar cualquier posibilidad de conato de parte de la producción yerbatera.

La segunda provincia yerbatera, Corrientes, se viene pronunciando a favor de que el INYM deje de intervenir en la fijación de precios. De todos modos, su ministro de Producción, Claudio Anselmo, no concurrió a la reunión del CFA, ya que no seguiría al frente de la cartera con el nuevo gobernador que asume ahora.
En este contexto, Iraeta no sufrió sofocones, nadie le recordó que es su responsabilidad designar a un presidente para el INYM y el tema quedó de lado, contrastando con la crítica situación que denuncian los productores yerbateros por la fuerte caída de sus ingresos. Pero de esta crisis no se habló: en materia yerbatera solo se brindaron datos sobre el incremento la cantidad de kilos cosechados en las últimas zafras y el récord exportador.
Esto no quiere decir que los funcionarios de Agricultura hayan pasado sin problemas por Posadas: gozar de impunidad en materia de desregulación yerbatera tendrá un costo.
De hecho, en la reunión del CFA la provincia de Misiones alertó sobre la caída de los precios de la materia prima en las principales cadenas (yerba, té, forestal, tabaco, mandioca); sobre los incrementos en los costos logísticos de este tipo de economías regionales, y sobre el aumento en la tarifa eléctrica y su impacto en la industria misionera. En este caso, se trata de la única provincia que no tiene acceso al servicio de gas natural, por lo tanto depende casi por completo de las usinas.
Pero el reclamo más firme fue referido a las demoras en que está incurriendo el gobierno nacional para desembolsar el 20% del dinero del FET (Fondo Especial del Tabaco) orientado a proyectos a cargo de las provincias. En esa cadena también empieza a haber ruido de cara al inicio del acopio y el precio del tabaco que se discute en enero.
Otro reclamo que escuchó Iraeta estuvo vinculado al Cannabis medicinal: Misiones planteó el escenario opaco en el que está inmersa actualmente la Agencia reguladora (Ariccame) y el INASE (Instituto Nacional de Semillas) en relación a los proyectos para la producción que avanzaron con fuerza en los últimos años y se paralizaron a partir de la llegada al gobierno de Javier Milei y la intervención de dicho sector.




