Desde Venado Tuerto hasta Agritechnica 2025. Ese es el recorrido que hizo el desarrollo tecnológico de Nicolás Marinelli y su equipo, que tuvo por primera vez un stand propio a la mayor feria de maquinaria agrícola del mundo con un sistema capaz de volver autónoma casi cualquier máquina.
Marinelli Technology es una firma conocida en el sur santafesino por sus trabajos en drones, agricultura de precisión y desarrollos electrónicos aplicados al agro. Ese camino previo fue el que terminó de abrirle la puerta a esta vidriera global. “Estamos en Venado Tuerto, es la sede principal, y desde hace muchos años tratamos de desarrollar e innovar lo más posible”, explicó Nicolás Marinelli desde Alemania.
El salto a Agritechnica representó una vidriera inusitada, ya que la empresa venadense ganó la Medalla de Oro Ternium en Expoagro con su sistema Steermaster y, a partir de ese reconocimiento, fue seleccionada por la organización de la feria para exponer en el pabellón de tecnología digital, junto a desarrollos de todo el mundo. “Obtuvimos el stand por haber ganado el premio y por la evaluación de jurados internacionales”, contó.
El equipo que llevó a Alemania es, a simple vista, una caja electrónica que no dice mucho. Gris, más chica que una caja de zapatos y unos enchufes raros.. En los hechos, es un sistema integral autónomo que puede integrarse a tractores, pulverizadoras y otro tipo de maquinaria. “Se incorpora este sistema a un equipo y se lo convierte en totalmente autónomo. Puede trabajar solo o manejarse con control remoto”, explicó Marinelli.
Según explicó Nicolás, su creador, esta cajita permite que un tractor convencional pueda transformarse en un robot. El sistema suma sensores para detectar personas, animales u obstáculos, los esquiva, y permite ver en tiempo real cómo trabaja la máquina desde cualquier lugar del mundo.
En equipos más complejos, como pulverizadoras, también controla la parte hidráulica: abre y cierra alas, regula velocidades y ejecuta distintas tareas según lo programado. Todo se integra mediante los protocolos de comunicación que usan hoy las máquinas agrícolas, como CAN BUS o ISOBUS.
Cuando el sistema funciona en modo autónomo, toma el control total del equipo. Puede subir y bajar implementos, modificar velocidades en tiempo real, y volver solo al punto de partida una vez finalizada la tarea. Ese regreso no se hace en línea recta, sino por el mismo recorrido que utilizó para llegar al lote, para evitar chocar con obstáculos.
Mirá la entrevista completa con Nicolás Marinelli:
El recorrido de la empresa hasta llegar a este nivel de automatización empezó mucho antes, con el desarrollo de sistemas aéreos y drones agrícolas. “Hace muchos años que venimos trabajando en agricultura de precisión. Todo ese conocimiento de producción y maquinaria lo volcamos a la electrónica”, explicó Marinelli. Ese cruce de experiencias es el que les permitió avanzar ahora en la automatización de equipos de gran porte.
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En Agritechnica, el tema central fue la autonomía. “Acá en este pabellón vemos robots totalmente autónomos. Algunos con más tecnología, otros con menos, pero todos apuntan a lo mismo”, describió.
Para Marinelli, en Argentina el proceso ya está en marcha, aunque todavía falta camino por recorrer. “Hoy ya hay muchas máquinas con semiautomatización, con pilotos automáticos y giros en cabecera. La incorporación de estas tecnologías ya empezó”, señaló. También aclaró que para una adopción masiva todavía faltan pruebas a campo, escala y trabajo sobre los costos.
Otro punto clave es la capacitación. “Esto requiere educación para el operario, el productor y el contratista. Nosotros hacemos foco en capacitar para que se pueda usar bien la tecnología y sacarle el mayor provecho”, sostuvo. Según explicó, estos sistemas no buscan reemplazar personas, sino cambiar su rol y reducir errores. “Jerarquiza al operario. En lugar de estar arriba de la máquina, pasa a supervisar el trabajo desde abajo”.
Además, recordó que la escala productiva argentina plantea desafíos propios. “Acá en Europa vemos muchos robots chicos. En Argentina se necesitan equipos autónomos grandes, como un pulverizador de 40 metros de botalón”, explicó.
Desde una ciudad del sur santafesino, un desarrollo argentino logró meterse en el corazón de la tecnología agrícola mundial. “Estamos en Venado Tuerto, somos Marinelli Technology. Nos pueden buscar por la web o las redes y estamos a disposición para cualquier consulta”, cerró. De Venado Tuerto a Alemania, del dron al tractor autónomo, otra empresa del interior sumó su nombre a la discusión global sobre el futuro de la maquinaria agrícola.




