En un rincón de Agritechnica, mientras la feria alemana despliega pabellones gigantescos y visitantes de todos los rincones del planeta, Fernando Porcel repasa un camino que lleva casi dos décadas recorriendo. “Nuestra primera Agritechnica fue en el 2007”, recuerda. Desde entonces, el gerente comercial de Apache, experto en maquinaria agrícola y mercados internacionales, vio transformarse la feria y también la manera en que el mundo empieza a mirar la siembra directa.
“Es una feria muy importante, una feria global. Vienen clientes potenciales y distribuidores de muchos países del mundo. Son casi 30 hectáreas cubiertas, son 30 pabellones realmente muy bien construidos y con una presencia fuerte de empresas multinacionales y fabricantes de Europa también”, describe. En ese escenario, las sembradoras argentinas vuelven a ocupar un lugar destacado. “Es lo que se viene en Europa”, señala.
Porcel notó algo distinto este año: “Es la primera vez que veo una menor cantidad de arados o rejas, como las que veía en las primeras Agritechnicas”. Para él es un indicio: “Es una señal de que hay un cambio de comportamiento de sistema de trabajo y eso a nosotros también, como fabricantes, no tenemos que dejar de verlo”.
El eje central de todo aparece cuando Porcel explica por qué Europa está empezando un proceso que Argentina inició hace décadas.
“El clima está cambiando fuertemente en Europa. No solamente que está lloviendo menos, sino que las temperaturas medias están subiendo y el efecto de las olas de calor también se están prolongando y está afectando fuertemente el rendimiento de los cultivos”, afirma.
Ese contexto llevó a políticas nuevas. “Empezaron a trabajar en Europa en distintas políticas, una de las cuales es la cuota de carbono, que es de alguna manera una apuesta a un tipo de agricultura conservacionista que Europa no la practicaba hasta hace poco tiempo”.
Eso, dice Porcel, abre la puerta a la tecnología que Argentina domina desde hace 30 años: “Seguramente a nosotros nos va a abrir las puertas para poder empezar a introducir nuestro concepto de trabajo, que ya tanto conocemos, que es la siembra directa”.
¿Se nota el cambio? Porcel cree que si, y lo explica así: “Primero está la motivación económica como en todo el mundo. Hay un incentivo por realizar prácticas conservacionistas en términos de retornos en euros por hectárea sembrada”. Y después, agrega, llega lo agronómico: “La mejora en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo demuestra que la siembra directa es realmente interesante. Tiene un efecto de amortiguación hídrica por un incremento en la eficiencia en el uso del agua”.
Si Europa está empezando el camino, en África el proceso ya maduró. Allí, Apache es uno de los grandes jugadores en el mercado de la maquinaria, y punta de lanza de la tecnología agrícola argentina que va con la siembra directa: “Hace más de 18 años que estamos trabajando en el mercado africano con una presencia muy importante”, dice Porcel. El número impresiona: “Hemos logrado posicionar una marca fuerte, con más de 200 máquinas exportadas”.
La semana siguiente a su regreso de Europa viajará a Sudáfrica: “Tenemos que armar el plan de negocios para el 2026”. Allí la competencia es tan dura como en Alemania: “En África competimos con empresas de Europa, Estados Unidos, Brasil, como también hacemos acá”.
El motor del crecimiento es similar al argentino, basado en la eficiencia. “La siembra directa es de moneda corriente y se está derramando en países donde necesitan ser eficientes en términos económicos y ecológicos. Argentina ha sido tan exitosa en eso y estamos multiplicando ese efecto en esos países”.
Aprovechando la ocasión, le preguntamos a Porcel si teme que las grandes multinacionales de maquinaria se metan al rubro en el que son pioneros. ¿Qué pasa si los fabricantes europeos aceleran y entran de lleno en la agricultura conservacionista?
La respuesta se apoya en la experiencia acumulada: “Uno tiene que confiar en el producto que tiene. Apache está consolidada, con casi 70 años, 300 personas, con buena tecnología, buena calidad de fabricación y máquinas con experiencia”.
Y agrega un punto clave: “Nosotros ya jugamos con competidores fuertes en otros países. Sabemos cuáles son sus debilidades y ellos analizarán las nuestras. Perdemos negocios, ganamos negocios. Estamos dentro de las empresas que los productores tecnológicos buscan”.
Luego, Porcel marca una diferencia estructural: “Treinta años de diseño que tienen las empresas argentinas de sembradoras no se logran de un día para otro en Europa. Van a tener que hacer mucha prueba y error, como tuvimos nosotros en Argentina”. Ese margen, cree, es una ventaja competitiva: “Seguramente se van a equivocar en este tiempo y eso nos servirá como handicap para seguir colocando máquinas”.
Apache llega a esta edición de Agritechnica en un momento particular. “El año pasado fuimos la empresa que mayor cantidad de unidades de sembradoras exportamos en el 2024”, explica Porcel. Y subraya algo que para él es estructural: “Hace más de 50 años que Apache exporta maquinaria agrícola. Antes eran otro tipo de implementos. La empresa tiene casi 70 años y hace casi 50 que exporta. El ADN nuestro es netamente exportador”.
Con la vista puesta en Europa Occidental, Apache avanza en un proyecto técnico específico: “Estamos con un proyecto interesante para diseñar máquinas con 3 metros de ancho de transporte para España, Alemania, Francia, Inglaterra y otros países de Europa Occidental”. Al mismo tiempo, continúan llegando máquinas al Este europeo, donde Apache ya tiene camino recorrido.
Tras la feria, Porcel volará hacia mercados donde la siembra directa crece rápido. “Tenemos una agenda armada para viajar a Bulgaria y Rumania la semana que viene. Nuestro objetivo seguramente va a ser la próxima Agritechnica estar con máquinas presentes en la feria del 2027”, anticipa.
Mientras esta tendencia global de la siembra directa se acelera, Apache se prepara con más producción. “Hicimos una ampliación de 3.600 metros en nuestras instalaciones en Las Parejas, llegando casi a 25.000 metros cubiertos para incrementar la capacidad de producción”, cuenta Porcel.
La cifra que resume el momento es contundente: “Vamos a terminar un 2025 con un 30% más de producción y venta respecto del 2024”. Y destaca que esto ocurre “en un año donde las ventas no sobraron en Argentina”.
La apertura de mercados se mide en distancias recorridas. “Deben ser más de 100 países o viajes, seguro. Solamente África debo llevar 50”, dice Porcel.
Lo que se repite, en todos lados, es el proceso de adopción: “Cuando uno empieza a trabajar en un país donde la siembra directa ni siquiera se sabe cómo funciona, hay que hacer docencia”. Y agrega: “El efecto más fuerte es ver para creer. Los productores piensan igual en todo el mundo. Lo tienen que demostrar con hechos”.
En un mundo que busca cada vez más tecnología, la siembra directa es una de ellas. Un mapa global done la siembra directa deja de ser excepcional y empieza a ser demanda; donde Europa descubre la conservación por necesidad económica y climática; donde África afianza su propia transformación; donde la tecnología argentina, impulsada por empresas como Apache, que exportan hace medio siglo, encuentra cada vez más espacio. Cuando llegue Agritechnica 2027, Apache espera llegar con un stand propio y una sembradora diseñada exclusivamente para Europa Occidental.




