Sergio Iratea, el secretario de Agricultura de Javier Milei, inauguró este jueves, en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), un congreso ganadero casi canchereando: “Hoy es relativamente fácil para un funcionario estar delante de los ganaderos: Hay un buen momento de precios, está lloviendo bien, hay pasto. Es un buen momento para la ganadería. No lo vamos a desaprovechar”, dijo, frente a una concurrencia masiva que obligó a los organizadores del Rosgan a pasar de un auditorio con capacidad para 300 personas a otro de 800. Ese, en definitiva, fue el mejor indicador.
Las palabras de Iraeta marcan la base de la discusión en este importante cuarto Congreso del Mercado Ganadero de Rosario, que lleva como título “La revancha de la Ganadería”. El momento ganadero luce excepcional, tanto en materia de precios como en materia climática (salvo, claro, bolsones del país que pasan de una inundación en Buenos Aires o por una insistente sequía en el norte de Santa Fe). Pero que haya buenas condiciones, no quiere necesariamente decir que estén sentadas las bases para un desarrollo genuino de la actividad. De hecho, hay indicadores preocupantes, porque ya van varios años de caída del stock ganadero mientras no suben demasiado los índices de preñez o destnte, que marcan la eficiencia de la extracción.

El Rosgan -un grupo de doce casas consignatarias que se organizó hace mucho tiempo para potenciar los remates a distancia de invernada y cría-, comenzó en 2022 a organizar este congreso ganadero casi en el peor de los mundos, ya que en el gobierno anterior (en marzo de 2021) había retomado su estrategia de poner cupos de exportación y controlar los precios internos. Era la misma receta que en el trienio 2008/2010 utilizó Guillermo Moreno, el ex poderoso secretario de Comercio del kirchnerismo, y que provocó la debacle: el stock ganadero después de eso se achicó nada menos que en 10 millones de cabezas, casi 15% y se fundieron miles de productores, especialmente los más pequeños y medianos.
Es en este escenario que Iraeta, el secretario de Agricultura de una gestión que de inmediato desarticuló esos controles, convencida de que el Estado no debe intervenir en los mercados, se mostró confiado y dijo que era sencillo hablar en un congreso ganadero ahora en la Argentina.

“De parte del gobierno nacional estamos sacando el maneo que le pusieron durante años a la ganadería argentina”, resumió el funcionario nacional, convencido del efecto positivo que tienen sobre el sector las sucesivas rebajas de retenciones a las exportaciones de carne, la apertura de mercados, el ordenamiento sanitario. “Todo eso para que se más fácil el trabajo de los ganaderos”, exclamó.
Solo tangencialmente el secretario Iraeta reconoció que hay un pequeño problema del que todos hablan, en medio de un momento histórico de demanda y de buenos precios. “Tenemos un tema con la cantidad de vacas que tenemos. Y tenemos un tema con la eficiencia”, admitió. Y es real, porque a la par de que el gobierno libertario se jugó a una liberalización feroz del negocio comenzó a notarse un deterioro de los indicadores productivos, en especial del número de vientres. El stock, que se había recuperado después de Moreno de 48 a 54 millones de vacunos, ahora está acercándose peligrosamente a 50 millones.
De todos modos, Iraeta no cree que haya que hacer nada demasiado diferente. O por lo menos no anunció ningún programa ni proyecto nuevo para incentivar la producción de carne. “Todo eso se mejora cuando los gobiernos dejan de intervenir, de prohibir exportaciones, de fijar cupos, de decir lo que los ganaderos pueden o no pueden hacer. Eso es lo que dese el principio estamos tratando de hacer”, afirmó.

Luego deslizó, a modo de despedida, una frase sugerente: “Están ganando la ganaderos en este revancha de la ganadería. Los invito a ir a los corrales para que también ganemos el bueno”, sostuvo, haciendo alusión a una partida de truco.
En este debate, sin embargo, hay quienes piensan diferente. En la inauguración de este Congreso Rosgan 2025, el titular de la Bolsa de Rosario, Miguel Simioni, consideró que la Argentina enfrenta “una oportunidad histórica de transformar una coyuntura muy favorable en desarrollo” de largo plazo. Y advirtió que esa oportunidad “no se resuelve solo con precios altos sino con una visión integra de la cadena. La única forma de crecer es hacerlo juntos”, sugirió.
En el mismo sentido se pronunció Ignacio Mántaras, el secretario de Agricultura de Santa Fe, quien remarcó que deben pensarse algunas políticas activas para recuperar stock y promover la eficiencia productiva. “Los ganaderos en este país son sobrevivientes. Han sido resilientes. Aprovechemos estos momentos de bonanza para tomar cierta musculatura”, recomendó.

Con ese debate de fondo abrió el Congreso Ganadero del Rosgan. El momento emotivo de la ceremonia de apertura lo dio el presidente de ese mercado, Walter Tombolini, que se quebró al enumerar todo lo que trabajaron para llegar hasta aquí y disfrutar de este nuevo escenario. El consignatario, visiblemente emocionado, se despide del cargo y agradeció uno por uno a todos sus colaboradores.





