Nuestro proyecto de empresa nace en 1998. Queríamos insertarnos en el agro a través de la provisión de minerales para el sector agrícola. Luego de planificar qué minerales y con qué tipo de equipamiento y molienda, finalmente, a comienzos del 2004 arrancamos con un yacimiento en La Rioja, armando una planta en pie de cantera, sin infraestructura energética, agua o servicios.
Con el tiempo, y gracias a nuestra calidad de materia prima y capacidad de molienda, reinvertimos gran parte de nuestros recursos en la búsqueda de mejoras para una mayor eficiencia de los minerales aplicados al agro, ya sean macroelementos o microelementos como N, P, K, S, Ca, Mg, Br, Zn, entre otros.
En el 2006 empezamos a diseñar y montar un equipo de pelletización de minerales molidos por compactación, dando el primer salto cualitativo y cuantitativo de nuestros minerales. En 2007 ingresamos en la exportación para el mercado paraguayo y pasamos a ser un proveedor importante para las plantas de mezclado nacionales. En 2009 desarrollamos y montamos una planta de granulación en el predio que actualmente ocupamos en Colonia Caroya, Córdoba, donde, en un terreno alquilado, construimos el primer galpón, llevamos una red de media tensión, perforamos un pozo de agua, fabricamos varios equipos necesarios para la granulación y desarrollamos los aglutinantes necesarios para cada tipo de materia prima a granular.
Este desarrollo de capacidad industrial nos permitió granular distintos minerales en forma más eficiente para aportar más elementos a las mezclas físicas. Esto también nos llevó a investigar y hacer mezclas químicas junto con minerales, donde se nos abría una oportunidad de fabricar en Córdoba fertilizantes especiales con productos de mayor valor y eficiencia. Hoy estamos construyendo la tercera planta granuladora, con sus correspondientes equipos periféricos tales como hornos en frío y calor, clasificadoras, molinos y ampliación de la planta de tratamiento y almacenaje.
Ya en 2012 empezamos a investigar la micro o nano fertilización, viendo lo que estaban haciendo Francia y España en su momento. La información era incipiente. La apuesta y el salto tecnológico eran muy importantes, siendo necesario desarrollar procesos y equipos para el tratamiento de las materias primas, tanto minerales como químicas. Con apoyo de consultorías del exterior, investigadores y universidades nacionales, pudimos, en un proceso gradual de aprendizaje y mejora, lograr a nivel laboratorio estas especialidades, las cuales probamos con ensayistas renombrados en el mercado e instituciones como el INTA, la UNRC, la UNC, entre otros, además de las que hacíamos en el exterior.
En la actualidad, por lo que conocemos, somos solo cinco fábricas a nivel mundial que fabrican micro o nano fertilizantes. Esto nos ha permitido también fazonar para multinacionales o empresas comercializadoras de insumos.
Hoy en día en Argentina se importa una sola formulación de microfertilizantes (para trigo/maíz) a través de distintas empresas con proveedores de Europa, siendo Recuperar SRL 100% de capitales nacionales, con desarrollos propios, con nueve formulaciones distintas, tanto para oleaginosas como para gramíneas, y dos productos con registro de patente a nivel internacional. Además, contamos con una amplia gama de correctores y repositores de suelos granulados que van desde formulaciones multielementos hasta mejoradores de mezclas químicas, como el NitroValue, el N 30 YAG + Zn, Fullsulfomag, Camphos, Fertical + MgO, etc.
Por ejemplo, hemos desarrollado un fertilizante arrancador para gramíneas (Microfusion) en nanotecnología, que, con 75 kg a la línea (sin fitotoxicidad) en un solo tacho sembrador, reemplaza mayores dosis de fertilizantes tradicionales con más eficiencia, hasta cuatro veces menores dosis.
Mediante procesos industriales (quelatos y retardadores de disolución gradual) y con equipamiento de desarrollo propio, hemos logrado productos más eficientes, en donde tratamos las materias primas e incrementamos la eficiencia de las fuentes fosforadas, nitrógeno y otros nutrientes.
A diferencia de algunos, para nosotros era importante qué cantidad de elementos útiles tales como N, P, S, Mg, Zn el cultivo toma y aprovecha, y no quede bloqueado en el suelo. Esto hace a la diferencia en la dosificación, ya que la agricultura recién ahora, con las nuevas tecnologías, se está abriendo a nuevas prácticas de manejo del suelo y su nutrición, que en algunos casos llevan muchas décadas sin nuevos desarrollos.
Descripción del problema u oportunidad de crecimiento
Las tecnologías usadas en Argentina eran en base a commodities (de uno o dos elementos), con una baja participación de fertilizantes especiales que ya no solo incluían más elementos de nutrición, sino que sus rindes y eficiencia eran mayores. Según estadísticas brindadas en la Fertilizer Latinoamericana, en los últimos 15 años las especialidades vienen creciendo en el mundo a tasas muy superiores a los commodities tradicionales.
Las recetas tradicionales tenían décadas sin innovación y mejora: solo se calculaba y comparaba el costo por unidad de un elemento, pero no se consideraba la eficiencia, es decir, cuánto era la pérdida de los elementos, ya sea por acidez, alcalinidad o por estar aplicados al costado de la línea, o lo que es lo mismo, cuánta era la cantidad que la planta tomaba y cuánto se bloqueaba en el suelo.
Cualquier receta de nutrición se comparaba en costo con los básicos N o P, y se pretendía que las especialidades de 4, 5 hasta 8 elementos, con mayor eficiencia, costo o investigación, fuesen más baratas.
La baja rentabilidad a causa de las retenciones ha hecho que el productor tenga una estrategia defensiva, pero también es cierto que aquellos que se queden van a perder el arranque de este nuevo contexto internacional y nacional, que obliga a una mayor productividad y rentabilidad.
La gran presión por precio y un mercado estacionado que no crece llevó al productor a comparar y reponer solo uno o dos elementos (N, P), y el resto de los elementos necesarios para mayores y mejores producciones no se consideraban. Hoy hay más conciencia de cuánta toma el cultivo y cuánto se pierde por bloqueo o volatilización.
Hoy es necesaria la reposición de elementos como Ca, S, Mg, Br, MO mediante prácticas de corrección de suelos que son más económicas, y de muchos minerales que, por suerte, disponemos en Argentina. Con mezclas multielementales se logra un gran ahorro y eficiencia en la reposición o la corrección, en una sola aplicación, con mezclas balanceadas y graduales, lo que permite menores dosis y variables de acuerdo a las realidades de los lotes, y pasar a fertilizaciones con dosis más eficientes dirigidas al aumento de la productividad.
Hace unos pocos días vino el récord mundial de maíz, que tuvo una importante repercusión en los medios, donde se marcó el atraso de nuestras prácticas de nutrición, entre otras variables: los graves problemas de compactación, acidez o déficit, sumado a la falta de análisis de los lotes y la homogeneidad en los laboratorios. Necesitamos más profesionales especializados en suelo y nutrición, que tiene nuestro país.
Volviendo a la breve reseña histórica de cómo nace y se desarrolla nuestra empresa —porque es difícil, en un par de carillas, contar todo lo que venimos haciendo—, resta comentar que desde hace cuatro años empezamos a fabricar un bioestimulante que entregamos exclusivamente a nuestra red comercial para ayudar a resolver problemas de estrés e incrementar los rindes.
También sería un artículo muy extenso tener que nombrar los desafíos, problemas, trabas y campañas que tuvimos que sortear (a modo de ejemplo, en el 2014 perdimos el 40% de nuestra facturación que venía de la exportación por el doble tipo de cambio, y que ahora estamos tratando de recuperar). Por suerte hay un conjunto de productores, distribuidores y clientes que nunca nos abandonaron y que, año a año, se suman más. El crecimiento de nuestra producción lo demuestra.
También queremos destacar a todos los investigadores, instituciones, técnicos, productores, proveedores y, por supuesto, al personal de nuestra empresa, que nos ayudan cada día a seguir mejorando.
Por: Cr Ricardo A Alonso, socio gerente de Recuperar SRL.