¿Puede China desentenderse de la soja norteamericana hasta que llegue la nueva cosecha de Sudamérica? La respuesta a esta pregunta es clave en caso de que las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China fracasen y el gobierno liderado por Xi Jinping deba seguir bloqueando el ingreso de soja estadounidense al mercado chino.
China logró hacerse de un volumen récord de importaciones de soja de 12,2 millones de toneladas durante agosto, la mayor parte proveniente de Brasil y, en menor medida, de Argentina y Uruguay (Paraguay no puede exportar directamente a China al reconocer a Taiwán como nación independiente).
Con esa marca, en lo que va del ciclo comercial chino –que se extiende de octubre a septiembre– las importaciones de soja de China alcanzaron un récord de 96,5 millones de toneladas y todo indica que superarán los 100 millones al terminar el presente mes.
“Teniendo en cuenta las importaciones hasta la fecha y proyectando las de septiembre en base a los embarques desde Brasil, Argentina y Uruguay, los ingresos totales de soja hacia China serían 106,4 millones de toneladas para terminar la campaña 2024/25”, señala un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
“Por lo tanto, el excedente de la 2024/25, en base a los parámetros de producción y consumo chinos, puede estimarse en 12,3 millones de toneladas”, añade.
El patrón de origen de la soja que importa China durante la campaña está completamente condicionado por la estacionalidad de la cosecha de los principales exportadores: Brasil, EE.UU. y la Argentina. Entre octubre y febrero, EE.UU. es por lejos –en condiciones normales– el dueño del mercado chino. A partir de marzo ya empiezan a llegar de a montones las toneladas sudamericanas.
“Durante la última década, casi religiosamente las importaciones totales entre octubre y febrero explicaron el 38% del total de toda la campaña. En base a las proyecciones, para la 2025/26 equivaldría a 36,4 millones de toneladas de soja. Si suponemos que el excedente que pasa desde la 2024/25 se utilizará íntegramente, habría que cubrir 24,1 millones con importaciones”, explica el informe.
Un escenario conservador indica que en Brasil quedarían disponibles 27 millones de toneladas de soja para exportar sin suponer ninguna reducción en la molienda interna. En la Argentina los embarques registrados (DJVE) de poroto de soja acumulan 8,8 millones de toneladas para el ciclo 2024/25, de las cuales restan embarcar 3,5 millones.
“Por lo tanto, sin suponer reducción alguna del uso industrial ni aumentos en las ventas declaradas por exportadores argentinos, la oferta entre Brasil y nuestro país alcanzaría 30,4 millones de toneladas de soja hasta que comience el nuevo ciclo. Por lo tanto, a priori, China podría encontrar las toneladas que necesita sin recurrir a EE.UU. y sin tener que disminuir su consumo interno”, destaca.
Por lo tanto, en caso de no llegar a un acuerdo pronto, EE.UU. perdería a su principal mercado en la época de mayor necesidad de exportaciones, situación que y se refleja en los valores FOB de la oleaginosa estadounidense.