Al agrónomo Pablo Cattani, en el ambiente ganadero, se los conoce más como “Pollo Cattani”. Se trata de uno de los principales expertos argentinos en intensificación ganadera y forrajes conservados, y tiene un modo más que contagioso de comunicar sus pensamientos. Por estos meses, con la producción vacuna en uno de sus mejores momentos históricos en materia de precios, trata de convencer a los productores de que hay que aprovechar esa buena rentabilidad para hacer muchas de las cosas pendientes. Cree que es el momento para darle una vuelta de rosca al negocio.
“Los precios están dados para que hagamos las cosas bien. Hay que corregir problemas, corregir procesos. Si te falta un alambre, ponelo. Si tenés que invertir en genética, hacelo. Si tenés que mejorar los forrajes y tenés miedo de equivocarte, equivocate ahora que el precio tapa todos los mocos”, alienta El Pollo a los ganaderos.
Como muchos otros especialistas, pero con la virtud de haber metido las alpargatas en el barro, Cattani sabe que el gran desafío que tiene la producción de carne ahora es producir más, porque si no se puede volver a un escenario donde la oferta no alcance, los precios suban y los gobiernos tengan la tentación de volver a intervenir en los mercados.
Por eso incentiva a los productores a invertir. El mayor riesgo, considera, es que los ganaderos piensen “no, macho, ahora que estoy ganando plata no quiero producir más”. es decir, que la embolsen “haciendo lo mismo quiero ganar más”.
“Está en el espíritu de cada uno decidir qué va a hacer en un momento de coyuntura que le es favorable. Si vos me preguntás a mí, ¿podés mejorar procesos? Sí. ¿Podés invertir en maquinaria que te quedó vieja? Sí. Porque hoy vas a tener que poner menos plata de tu bolsillo, y la vaca te va a pagar más de eso”.
Cattani no se come el verso de que la intensificación ganadera sea ya una realidad instalada en la Argentina. Por el contrario, sabe que ese fenómenos está más concentrado en las zonas de mejor aptitud agrícola pero que “en Chaco, en Santiago del Estero, en Catamarca, la ganadería sigue siendo extensiva”.
-¿Y se puede intensificar en el lugar donde todavía no somos intensivos? ¿Hay territorio para crecer?
-¡Olvídate! Si vos me das a elegir un campo a mí, yo no me voy a ir al campo que está todo hecho. Yo voy a ir al campo donde hay cosas por hacer. Porque tengo más margen de crecimiento. A mí me dicen campo marginal. No, no hay campo marginal. Es marginal porque tiene un gran margen de crecimiento.
Para graficar su pensamiento, Cattani dice que los piratas en la antigüedad usaban un parche en el ojo al momento de abordar otro barco no porque les faltara ese órgano sino para acostumbrarlo a la oscuridad. Entonces, luego de tomar la cubierta del barco, debían bajar a los camarotes, donde todo era más oscuro. En ese momento, se cambiaban el parche al otro ojo, que ya estaba acostumbrado a la penumbra.
“Lo que nos tenemos que ponernos a pensar es qué ojo nos vamos a tapar de acuerdo al campo que estamos manejando. Lo que pasa es que queremos ir a Pampa del Infierno y estamos mirando con tristeza lo que pasa en Venado Tuerto. Pero es Pampa del Infierno, macho. No es otra cosa”, cierra la metáfora.
-¿Y esas zonas son viables? ¿No hay que condenarlas?
-Por supuesto que son viables. Van a tener a lo mejor menos carga por hectárea. Van a tener que adaptar tecnología. Van a tener que aprender a hacer silo con gatton panic, no con sorgo ni con maíz. Y lo van a tener que manejar de otra manera.
-¿Así que tu consejo es ver dónde te pones el parche, pero cualquier barco es abordable con los recursos que tenés?
-Absolutamente.
Ver esta publicación en Instagram
Lo que Cattani quiere transmitir es que la intensificación en ganadería no es una cosa solo para ricos, sino debería ser la apuesta natural de los que tienes márgenes todavía para crecer.
“Argentina tiene sol, tiene agua, tiene tierra, tiene alfalfa, no tiene nieve. De acá vos salís y hasta el hemisferio norte, hasta México, no vas a encontrar alfalfa. Tenemos cuatro estaciones. El sol brilla. ¿Cuánto? ¿200 o 300 días al año? El gran mérito, en todo caso, es llegar a cualquier lugar y ver qué es lo que hay disponible para ver cómo aprovecharlo”, define Cattani.
El experto considera que uno de nuestros problemas es que “a lo largo de la historia no hemos aprovechado mucho esos recursos que siempre existen, aunque sean limitados”. También despotrica porque muchas veces los argentinos “rechazamos lo viejo”.
-¿Qué quiere decir?
-Claro, hoy sos grande y te dicen que sos un viejo meado. Y nadie se pone a pensar en el camino que hiciste. Yo porque soy un viejo meado, a lo mejor me hace mal. Pero sentémonos y veamos qué hacíamos antes, qué estaba bien. No nos olvidemos de eso, hagámoslo. Mi abuelo era jornalero en Tucumán, no sabía leer, no sabía escribir. Lo censaron y el tipo ponía el dedo. Hoy crecimos un montón. Tenemos para seguir creciendo.
-¿La intensificación, entonces, es una actitud?
-No es una receta, es una actitud. Absolutamente. Después la receta es fácil, hay 10.000 recetas. Pero la actitud es que siempre se le puede sacar algún aprovecho o hacer alguna combinación de cosas. Sacar agua de las piedras. A mí me encanta la inteligencia artificial. Mi hijo trabaja en inteligencia artificial. Y yo digo “che, loco, ¿y la inteligencia productiva? ¿Por qué hacemos que piensen por mí y me tomen una receta por mí?” No, dame las variables y yo tomo la decisión. Haceme los números rápido y dejame más tiempo para pensar. Yo me tengo que poner a pensar qué puedo lograr en este campo, con este productor, con esta familia. Tenemos que ponernos a hacer… No tenemos que comprar recetas.
Mirá la entrevista completa:
-Para terminar, ¿qué le recomendarías a los productores que todavía son tenedores de vaca? Esos que dicen, yo tengo las vacas tiradas del campo y no voy a intensificar, porque total me reditúa.
-Que no le resten la oportunidad al país de ser un país grande en serio. Porque si no van a hacer algo grande con la ganadería, que la vendan, que se dediquen a tomar mojito en la playa. Probablemente haya otro tipo que le guste producir mucho más.
-¿Es el lucro cesante lo que te molesta?
-A ver, lo que me molesta es que alguien crea que no pierde porque no ve lo que está perdiendo. ¿Me entendés? Yo soy un campeón porque tengo un montón de vacas. Está bien. Yo creo que por ahí es mucho más campeón que vos, un tipo que tiene 100 vacas y las hace producir en Pampa del Infierno sobre 50 hectáreas. No estoy hablando de escala, estoy hablando de decir qué es lo máximo que le puedo sacar a este país con la riqueza que tiene.
Cattani se despide, después de esta clase sobre la filosofía de la intensificación: “El mundo ideal, nadie lo tiene. Es una quimera. Pero el mundo real, donde podés producir, hoy lo tenés. En la Argentina implica triplicar, cuadruplicar la producción. La Argentina tiene condiciones de ser mucho más importante hoy en materia de ganadería. El 75% de la República Argentina es tierra semiárida. Y el nivel de ocupación que tiene es bajísimo”.