Luego de una campaña 2024/25 marcada por la creciente incertidumbre en torno a la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), que provocó una importante reducción del área sembrada, en 2025/26 el cereal tendrá revancha.
La estimación preliminar realizada por el equipo técnico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indica que el área de maíz argentino en 2025/26 sería de 7,80 millones de hectáreas, una cifra 9,6% mayor respecto de la campaña anterior, aunque 7,1% por debajo de lo registrado en el ciclo 2023/24. En gran medida el área crecerá en desmedro de la superficie de soja.
Si bien la dinámica poblacional de la chicharrita parece no representar un problema y la humedad inicial es adecuada para el cultivo de siembra temprana, los márgenes proyectados del negocio son los más atractivos y eso limita la expansión del área.
“En el norte del área agrícola, tanto en el NOA como en el NEA, se proyecta un aumento considerable del área destinada a maíz, en detrimento de cultivos regionales y también de soja”, señala el informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“Sin embargo, los colaboradores advierten que la superficie no alcanzará aún los niveles previos a la última campaña, sino que la recuperación será gradual. Persiste la incertidumbre respecto al comportamiento de las poblaciones de Dalbulus maidis en la región, especialmente considerando que la ventana de siembra comienza a mediados de diciembre, momento que podría coincidir con un incremento en la presencia de la plaga”, advierte.
Hacia el centro-norte de la provincia de Córdoba se proyecta una marcada recuperación del área de maíz que se había perdido a causa de la plaga, a costa de otros cultivos como soja, sorgo y maní.
En la zona núcleo pampeana se espera también una significativa recuperación del área de maíz respecto a la campaña anterior con una fuerte inclinación hacia las siembras tempranas, las cuales se encuentran favorecidas por las óptimas condiciones de humedad en los perfiles de suelo.
“El sur del área agrícola ha sido fuertemente afectado por excesos hídricos, lo que ha limitado el incremento del área destinada a trigo. En este contexto, el maíz se perfila como el principal candidato para ocupar estos lotes junto a girasol, siempre que las condiciones de humedad lo permitan al momento de la siembra”, destaca el informe.
“Al igual que en la zona núcleo, se prevé aprovechar la buena humedad en el perfil del suelo para destinar una mayor proporción de hectáreas a planteos tempranos, aunque en las zonas afectadas por excesos podría limitar esta decisión, teniendo que retrasar la fecha de siembra”, añade.
El documento señala que los márgenes proyectados de rentabilidad del maíz 2025/26 siguen siendo estrechos, especialmente al considerar los elevados requerimientos de capital y los riesgos inherentes al cultivo. “Eso condiciona son sólo las decisiones de siembra, sino que también limita la adopción de tecnologías, reduciendo el potencial productivo”.