Los fondos agrícolas que operan en el CME Group (“Chicago”) siguen muy pesimistas en maíz, al tiempo mantienen posiciones “vendidas” en soja al no vislumbrar eventuales factores favorables para la oleaginosa.
Así lo reflejan los datos publicados este viernes por la Commodity Futures Trading Commission. Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista). Tales registros se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.
En el ámbito climático estadounidense no aparece ninguna señal que pueda indicar algún problema productivo en las próximas semanas, por lo que es muy probable que EE.UU. logre grandes cosechas tanto de maíz como de soja.
El gran interrogante que pesa sobre la dinámica de la formación del precio de la soja estadounidense es qué sucederá con las negociaciones entre Donald Trump y su par chino Xi Jinping, dado que alrededor de una cada cuatro toneladas de poroto de EE.UU. se destina a ese mercado.
Por tal motivo, el resultado de las negociaciones entre ambas potencias es determinante para el valor de la soja estadounidense y, por consiguiente, para el precio del poroto originado en Sudamérica.
Por lo pronto, China se está sobreabasteciendo de soja brasileña, lo que le permite al poroto de ese origen diferenciarse en materia de precios FOB con respecto a los valores negociados en EE.UU. e incluso en la Argentina.
En julio pasado, según datos de la entidad que nuclea a las compañías agroexportadoras brasileñas (Anec), el país exportó 12,05 millones de toneladas de soja, una cifra 2,45 millones superior a la registrada en el mismo mes de 2024. Impresionante.
China también está traccionando la demanda de poroto argentino: el mes pasado, según registros oficiales, los embarques de ese origen sumaron 2,18 millones de toneladas versus 588.406 toneladas en julio de 2024.
En cuanto a maíz, si bien la cosecha del cereal brasileño este año ingresó al mercado con cierto retraso, a partir del presente mes de agosto inundará la plaza global para inaugurar –ahora sí– la “temporada alta” comercial” del producto en toda su plenitud.
Esta semana, por otra parte, la Casa Blanca publicó el decreto por el que impone aranceles recíprocos a socios comerciales y países con los que no llegó a un acuerdo. Así oficializó los aranceles del 10% para Reino Unido; del 15% para Japón, Corea, la Unión Europea, Nueva Zelanda; del 20% para Taiwán y Vietnam; del 19% para Indonesia, Tailandia y Filipinas; y del 25% para India, entre otros casos.
Si bien muchos de esos acuerdos están asociados a compromisos de compra de productos agroindustriales estadounidenses, la realidad es que la política proteccionista de EE.UU. introduce incertidumbre en la dinámica del comercial internacional.