El brasileño Plinio Nastali es el CEO de DatAgro y uno de los promotores más entusiastas del bioetanol como reemplazo o complemento de las naftas de origen fósil. En ese aspecto, trabajó activamente para que se incremente la mezcla de ese renovable con gasolinas en Estados Unidos, India, México, Colombia y Tailandia. Y hace pocos días estuvo en Tucumán, donde se agarraba la cabeza por la dificultad que tiene la Argentina para dar pasos más firmes en este sentido.
Allí habló con Bichos de Campo:
-Usted cerró una ponencia diciendo que no veía ningún inconveniente para que Argentina, que hoy está con un corte de nafta con bioetanol del 12%, pase rápidamente a 20%. ¿En serio está convencido de eso?
-Yo pienso que Argentina no es que no tiene desventajas, tiene todas las ventajas. Y esto depende de una política pública que reconozca la importancia de mayor independencia energética, que promueve la salud, al medio ambiente y el desarrollo al interior. Esto del bioetanol es una cosa que está disponible. Las flotas de vehículos que no son modernos se adaptan muy bien a mezclas más elevadas. Es lo que sucedió en India, que rápidamente adoptó mezclas de 20% y ahora analiza subir a 30%.
-¿Con los mismos motores de antes?
-Con los mismos motores, no los motores flex sino los de vehículos convencionales, incluso de dos ruedas, sin problema alguno. En Brasil ahora, en agosto, vamos a avanzar a 30% de mezcla. En Nebraska concluyeron estudios ahora con los vehículos de la flota oficial de gobierno, con 30% en vehículos convencionales, sin ningún problema. Por tanto, el mayor corte está disponible. Argentina tiene la materia prima. Tiene competitividad, tiene producción posible, tiene agricultores capacitados para ampliar la producción. Yo pienso que esto es una decisión importante que el gobierno nacional debería tomar.
-¿Sugiere seguir el camino de países que son parecidos a la Argentina?
-Sí, y ahora Brasil está exportando tecnología flex, de vehículos que puede usar cualquier mezcla de etanol o gasolina. Muchos de estos vehículos son fabricados aquí en la Argentina. Esta exportación de vehículos podría crecer mucho en todo el mundo.
-¿Cuáles serían los beneficios de crecer en el corte con bioetanol?
-Hay beneficios para las petroleras, que es es el uso de gasolinas base de mezcla de menor octanaje, para mezclar con etanol, de más bajo costo, con grandes beneficios económicos. Para la sociedad, los beneficios son para la salud y al medio ambiente. Para las fabricantes de vehículos, permitir producir vehículos atendiendo los objetivos de emisiones más restrictivos, siguiendo la medición del ciclo de vida. Y para el gobierno, habrá más recaudación, más producción local y la posibilidad de crecer en escala y reducir el costo de producción.
-Para la humanidad, además, es como una cosa imperiosa bajar la huella de carbono…
-El calentamiento global clama, hace un gesto de urgencia sobre que se necesitan sustituir combustibles fósiles. Por eso es tan importante una política pública que defina objetivos claros en el área de energía. Esta es una política clara, comprobada, que debe ser perseguida por todos los países.
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-¿A Brasil le fue mejor incorporando agresivamente los biocombustibles?
-Sí, desde enero de 1978 Brasil mezcla 20% o más, ahora estamos a 27%, vamos a 30% de mezcla. Mi país desarrolló en la década de 80 los vehículos a etanol puro, en 2003 los vehículos flex, y ahora el 86% de la flota de vehículos chicos en Brasil es flex. No hay motivo de por qué la Argentina no puede hacer lo mismo.
-Un detalle de su presentación fue que además, a la par de la industria del etanol, crecen las actividades ganaderas. Con más bioetanol se puede producir más proteína animal, que es lo que hizo Brasil.
-No solo ganado, también soja, maíz, porque en el área de renovación de caña se puede plantar otro cultivos. En Ribeirao Preto, en el estado de São Paulo, 1.5 millones de hectáreas de soja se siembran en áreas de renovación de la caña. Y con el bioetanol de maíz a su vez tenemos subproductos que se usan también para confinamiento. La caña tiene bagazo y levadura, que también va al confinamiento (los feedlots). Entonces esto no es una industria, son varias traccionadas. Ya no se puede hablar más aisladamente de caña, de maíz o de soja. Todo está integrado.