Una amenaza para el sector agroindustrial argentino –y del Mercosur en general– se está gestando en el marco de las negociaciones bilaterales que la administración de Donald Trump realiza con países asiáticos.
Esta semana Trump anunció en redes sociales que alcanzó un acuerdo comercial con Indonesia, en el marco del cual EE.UU. aplicará “solamente” un arancel diferencial del 19% al país asiático versus un 32% anunciado antes de la finalización de las negociaciones.
El presidente de EE.UU aseguró que a cambio de la reducción del arancel el gobierno de Indonesia, entre otros aspectos, se comprometió a importar productos agroindustriales estadounidenses por un valor de 4500 millones de dólares.
El ministro de Agricultura de Indonesia, Amran Sulaiman, declaró esta semana a medios locales que el principal producto agrícola incorporado al acuerdo es el trigo.
Tales afirmaciones coinciden con el memorando de entendimiento firmado el pasado 7 de julio entre U.S. Wheat Associates (la entidad que representa a los productores de trigo de EE.UU) y Aptindo (la asociación de molineros de Indonesia), en el cual esta última se comprometió a duplicar sus compras anuales de trigo estadounidense hasta alcanzar un millón de toneladas durante los próximos cinco años.
Indonesia –uno de los mayores importadores de trigo del mundo– se abastece mayormente de Australia y Canadá. En lo que respecta a EE.UU., la nación asiática importó un promedio de 500.000 toneladas durante las últimas cinco campañas comerciales con un máximo de 792.000 toneladas en 2024/25.
“En virtud del nuevo acuerdo, Aptindo acordó comprar un mínimo de 800.000 toneladas de trigo pan de origen estadounidense en 2025 y posteriormente aumentar la cantidad en un 25% adicional hasta alcanzar un millón de toneladas, o un valor equivalente a 250 millones de dólares, anualmente hasta 2030”, señaló un comunicado de US Wheat Associates.
Argentina es actualmente el cuarto proveedor de trigo de Indonesia y, si bien no compite en el mismo segmento de partidas segregadas de Australia y Canadá, podría resultar perjudicada por el acuerdo negociado por la administración de Trump, dado que, para aumentar compras de EE.UU., Indonesia deberá resignar adquisiciones de otros países exportadores.
Si bien no se anunció nada relativo al maíz, es otro de los potenciales productos afectados, ya que en los últimos años los embarques de maíz de Brasil y Argentina –más competitivos a pesar de la distancia– lograron desplazar a EE.UU. como proveedor.
Otro producto que podría estar en la “mira” de los negociadores estadounidenses es la harina de soja, donde la Argentina y Brasil dominan sin mayores dificultades.