Las heladas generalizadas ocurridas entre el 20 de junio y el 4 de julio de 2025 provocaron una de las disminuciones más severas en las poblaciones de chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) desde que comenzó el monitoreo nacional. Así lo confirma el Informe N° 22 de la Red Nacional de Monitoreo, que relevó datos de 352 localidades distribuidas en todo el país.
Los resultados muestran un retroceso abrupto y sostenido en prácticamente todas las regiones agrícolas del país, en línea con los registros térmicos extremos relevados.
La región del NOA fue una de las más afectadas. Según el informe, “el análisis comparativo entre los informes muestra que en más del 75% de las localidades las capturas se redujeron de forma drástica, reflejando un impacto térmico severo y relativamente homogéneo en toda la región”. Las heladas registradas alcanzaron mínimas de hasta −5,1 °C en Frías, Santiago del Estero, y se extendieron por más de ocho horas en algunos casos.
En Catamarca, Salta, Santiago del Estero y Tucumán se registraron reducciones significativas, incluso en sitios que venían sosteniendo niveles muy altos de población. Por ejemplo, Gral. Pizarro pasó de 2240 capturas a solo 20. En el caso de Metán 2, en Salta, las capturas bajaron de 2564 a 804.
Además, se hicieron estudios de infección por Corn Stunt Spiroplasma (CSS), donde se hallaron porcentajes elevados: hasta 50% de los individuos resultaron positivos en Los Altos (Catamarca) y Metán (Salta).
La región del NEA también mostró una fuerte contracción. “Más del 64% de las localidades relevadas evidenció una disminución marcada en las capturas de D. maidis, en estrecha relación con la ocurrencia de heladas meteorológicas generalizadas”, indica el informe.
Las temperaturas mínimas oscilaron entre −0,4 °C y −2,5 °C en sitios como Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe. Aun así, aparecieron algunos focos puntuales de alta densidad: La Sarita (Santa Fe) registró 1089 adultos por trampa, el mayor valor de la región.
En Entre Ríos y Corrientes las heladas fueron de moderada a alta intensidad. En Entre Ríos, el caso más extremo fue Concepción del Uruguay, con una mínima de −7,6 °C el 1 de julio y cinco días consecutivos bajo cero. Corrientes también tuvo registros bajos en Mercedes y Bella Vista, aunque en Ituzaingó no se detectaron heladas.
El informe indica que “la ocurrencia de heladas en amplias zonas provocó una reducción del 55% en la actividad del vector, reflejada en la retracción de los focos de alta incidencia”.
Solo una localidad (Paraná) superó los 100 adultos por trampa en esta región durante el último período, con 104 capturas.
En provincias como Córdoba, Santa Fe y San Luis se registraron heladas persistentes y temperaturas mínimas excepcionales. En San Luis, La Toma llegó a −10,6 °C, mientras que San Francisco (Córdoba) alcanzó los −8,6 °C.
En este contexto, “las caídas fueron abruptas, con una reducción promedio del 86%, lo que refleja un fuerte impacto sobre la dinámica poblacional del vector”. A modo de ejemplo, en Santa Catalina (Córdoba), las capturas cayeron de 540 a 103.
Un dato destacable del relevamiento fue el foco que apareció en Emilia (Santa Fe), que pasó de no registrar capturas a marcar 438 adultos por trampa, convirtiéndose en el epicentro más notorio del Centro Norte.
En paralelo, también se analizaron muestras de adultos en Esperanza (Santa Fe), que mostraron un 13% de infección con CSS en marzo y 0% en mayo, lo cual podría reflejar también el impacto del frío en los patógenos.
La región Centro Sur presentó la retracción más pronunciada: “las capturas se redujeron en un 89% respecto al informe anterior, constituyendo la mayor disminución registrada entre todas las regiones analizadas”.
En esta zona se registraron las heladas más extremas del país. En San Luis, Naschel marcó una mínima histórica de −15,3 °C. En Córdoba, Huinca Renancó bajó a −10,1 °C, mientras que en Buenos Aires, Bordenave llegó a −8,2 °C.
El informe destaca que “las categorías de mayor abundancia desaparecieron por completo en este informe, reflejando una fuerte retracción poblacional”. El máximo valor reportado fue Los Molles, San Luis, con solo 31 individuos por trampa.
En Marcos Juárez (Córdoba), también se hicieron análisis por PCR, donde se determinó un 5% de individuos infectados con CSS en junio.
Según el informe, “aunque las heladas reducen su actividad, actúan como moduladores de su dinámica poblacional, generando fluctuaciones que deben ser registradas para entender su comportamiento estacional”.
También se recuerda que durante el otoño e invierno, los adultos de D. maidis modifican su coloración, adoptando tonalidades más oscuras, un aspecto clave para su correcta identificación.
El documento enfatiza la necesidad de seguir monitoreando durante todo el año, incluso en períodos de bajas temperaturas. Para mejorar la detección, propone complementar las trampas cromáticas con inspecciones visuales y muestreos con red entomológica, especialmente en cultivos de servicio o malezas donde el vector suele refugiarse.
“El cultivo de maíz nos presenta el desafío de implementar un Manejo Integrado de Plagas (MIP) más consciente, donde el monitoreo se convierte en un elemento crítico y estratégico para la toma de decisiones”, concluye el informe.