Mientras que la Argentina no tiene un posicionamiento comercial importante en el área de influencia del conflicto entre Israel e Irán, la situación de Brasil se encuentra más comprometida.
En el año 2024, según datos oficiales, el intercambio comercial argentino con Israel fue de 577 millones de dólares, mientras que en el caso de Irán no superó los 200 millones. En ambos casos el país registró un superávit comercial con ambas naciones.
Las exportaciones argentinas con destino a Israel están lideradas por carne vacuna faenada con el rito kosher. Se trata de un mercado de valor medio que permite integrar cortes del delantero de novillos de exportación. En segundo lugar se ubica la harina de soja. También se exportan pequeñas partidas de maní y jugos cítricos, entre otros alimentos. En lo que respecta a Irán, el comercio está concentrado fundamentalmente en el envío de harina de soja.
En cuanto a Brasil, Israel no representa un mercado relevante. En 2024 las exportaciones de carne bovina con rito kosher sumaron apenas 173 millones de dólares.
Pero Irán, en cambio, es un socios importante en materia agroindustrial, dado que el año pasado importó maíz brasileño por 921 millones de dólares. El dato clave es que Irán es un importante proveedor de urea para Brasil, una nación que depende de las importaciones del 100% de ese fertilizante para abastecerse del mismo.
Un factor preocupante es que siete de los veinte principales compradores de carne aviar brasileña se encuentra en Medio Oriente, lo que podría complicar la logística comercial de ese sector en caso de que el conflicto entre Irán e Israel se agrave.
No se trata de la mejor coyuntura para el sector avícola brasileño, ya que, debido a un brote de influenza aviar, algunos mercados clave mantienen la suspensión de importaciones de carne de pollo de ese origen.
Vale recordar que Brasil y la Argentina, como integrantes del Mercosur, tiene un Tratado de Libre Comercio con Israel para facilita el comercio entre el país de Medio Oriente y el bloque sudamericano.