La recuperación parcial del caudal del rio Paraná en el tramo de la Hidrovía comenzó a revertirse en los últimos días y las perspectivas para las próximas semanas no son auspiciosas.
Este lunes el Laboratorio de Hidrología del Instituto Nacional del Agua (INA) relevó aguas bajas a la altura de la ciudad de Rosario, al tiempo que la proyección para los próximos días indica que esa tendencia tendería a consolidarse.
Esa situación coincide con un abultado programa de embarques de maíz argentino para destinos del norte de África, América latina y el sudeste asiático, lo que representa un desafío logístico. A la fecha se registraron para el presente mes de mayo Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) del cereal por 2,67 millones de toneladas.
Ante ese panorama, algunos exportadores se ven obligados a ofrecer “premios” por el maíz con entrega en los puertos bonaerenses de Bahía Blanca y Quequén, de manera tal de poder completar embarques provenientes de las terminales del Gran Rosario.
El viernes pasado el maíz para entrega en Bahía Blanca y Quequén se negoció a un valor promedio de 209.049 y 209.033 $/tonelada respectivamente (185,8 u$s/tonelada) , según datos de la plataforma Sio Granos. En tanto, en el sector norte de Rosario el valor promedio fue de 205.926 $/tonelada (183,1 u$s/tonelada).
A medida que la bajante se consolide –tal como está pronostìcado– es probable que los “premios” se intensifiquen en función del eventual apuro que puedan mostrar los exportadores por completar cargamentos.
El apuro por despachar embarques de maíz obedece al hecho de aprovechar la “ventana” comercial que ofrece el mercado antes del ingreso de la gran cosecha de maíz tardío brasileño, el cual comienza de manera incipiente en junio para luego escalar entre los meses de agosto y diciembre.
Para el presente mes de mayo la entidad que integra a los agroexportadores de Brasil prevé embarcar apenas 124.000 toneladas de maíz.