Los precios internacionales del maíz se están derrumbando a pesar de que la oferta sudamericana del cereal de siembra tardía aún no ingreso al mercado.
Tal fenómeno, si bien no parece no tener sentido en términos comerciales, se explica fundamentalmente por un factor financiero cuyo fundamento puede no necesariamente obedecer a criterios propios del mercado agroindustrial.
La entidad que agrupa a las principales compañías agroexportadoras brasileñas (Anec) indicó que en el presente mes de mayo no realizaría embarques del cereal porque la oferta disponible de maíz temprano es requerida para abastecer las necesidades del mercado interno.
Recién a partir de julio próximo, con el ingreso de la cosecha brasileña de maíz tardío, cabe esperar un crecimiento de la oferta exportable brasileña.
En la Argentina los embarques programas para el presente mes de mayo acumulan hasta el momento una cifra de 2,59 millones de toneladas, bastante lejana a los 4,54 millones de toneladas registrados en abril pasado.
A pesar de tales circunstancias, los precios FOB de los orígenes americanos se están comportando como si la oferta sudamericana de maíz tardío ya se estuviese embarcando, cuando faltan varias semanas para que eso ocurra.
El motor bajista reside en un factor financiero: la liquidación salvaje de posiciones en contratos de maíz que están realizando los administradores de fondos agrícolas en el CME Group (“Chicago”). Los motivos detrás de esa movida son poco claros porque aún falta un buen “trecho” hasta el empalme de la campaña actual con la 2025/26.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) tiene, por cierto, una visión muy optimista sobre el crecimiento de la producción mundial de cereales forrajeros en general y de maíz en particular, pero todavía faltan muchos meses para saber si ese pronóstico llegará a concretarse.
En lo inmediato, los fondos agrícolas, que fueron responsable de buena parte de la suba del maíz en el pasado mes de abril, ahora “se dieron vuelta” y están operando en contra de los valores del cereal ante la expectativa de una tendencia decreciente de precios para el producto.