César Belloso es productor pergaminense e histórico referente de Aapresid, y asegura que la discusión que hoy se genera en torno a la sociedad urbana y la rural por la aplicación de agroquímicos y la supuesta contaminación del agua de esa ciudad, ya se dio antes. “Estamos discutiendo algo que ya medimos. Eso se hizo en un estudio realizado en Pergamino entre 2011 y 2013, y que se tradujo en un libro”, dijo a Bichos de Campo.
La investigación, titulada “Impacto en el ambiente de los agroquímicos utilizados en cultivos transgénicos y evaluación de la exposición en población rural de la Región Pampeana”, se llevó a cabo con la coordinación del doctor Eduardo Pagano, y con el aporte de distintos investigadores de la Facultad de Agronomía y de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, ambas pertenecientes a la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“Vinieron con un proyecto PID del Conicet para hacer evaluaciones y mediciones en el agua, en el suelo y en la sangre, de la población que podía estar afectada por la utilización de agrooquímicos relacionados a los cultivos transgénicos”, explicó Belloso.
El título del libro hizo que el glifosato no quede afuera de la investigación, el cual, en palabras de contenido ambiental negativo, es considerado “el agrotóxico de los males”, cuando, según Belloso, “es un producto considerado de banda verde, es decir que cuenta con baja toxicidad, comparado a otros insecticidas”.
Belloso indicó que durante el trabajo “se hicieron más de 250 análisis de sangre en personas que vivían en la comunidad urbana y rural. Las conclusiones del libro muestran que hay presencia de residuos de agroquímicos en el ambiente, ya sea en el agua o en el suelo, incluso en sangre se hallaron productos más ligados a clorados, pero en niveles que no deben preocupar a la población”.
Bichos de Campo fue a Pergamino y habló con todos los sectores envueltos en este conflicto. Aquí el testimonio completo de César Belloso, de Aapresid:
El miembro de Aapresid consideró que, “en estos temas la clave pasa por utilizar bien los datos generados y el lenguaje. Los problemas generados por las pulverizaciones deberían ser considerados en el ámbito rural con la misma rigurosidad que en el ámbito urbano”.
Para Belloso, la imposición de zonas de exclusión de aplicación de agroquímicos, “es innecesaria en la medida en que se apliquen los controles en los momentos adecuados, cuidando las condiciones meteorológicas, la característica del principio activo a aplicar, si está registrado el equipo aplicador, la presencia de un ingeniero agrónomo para hacerlo. Hoy el grado de conocimiento que hay sobre los productos y su toxicidad es muy bajo”.
Entonces, si todos tienen buenas intenciones, evidentemente algo falla. ¿Por qué?. “Una cosa es una denuncia federal que se apoya en la Ley 24.051, la cual trata sobre uso de residuos peligrosos y se aplican posibles sanciones en caso de violarla, pero otra cosa es la responsabilidad que uno tiene como productor en hacer sus prácticas sustentables, es decir, de modo productivo, económico, ambiental y social. Y tiene que poder dar testimonio de eso, algo que es difícil, no sólo en el ámbito rural, sino también en el urbano”.