Pergamino es el epicentro de una intensa polémica a raíz de una causa que lleva adelante el juez Carlos Villafuerte Ruzo, del Juzgado Federal 2 de San Nicolás, que ordenó que los campos cultivados cercanos a tres barrios de la ciudad- Villa Alicia, La Guarida y Luard Kayad- no sean tratados con agroquímicos.
En Buenos Aires existe la Ley Provincial de Agroquímicos 10.699, que regula el uso de estos insumos a través del decreto reglamentario 499/91. Pero el intendente de Pergamino, Javier Martínez, declaró que “el municipio también tiene una ordenanza, en donde se establece una zona de exclusión de 100 metros y otra de amortiguamiento de 500 metros en donde sólo se permite el uso de productos banda verde”.
El funcionario explicó que “en conjunto con esa ordenanza (es de 2014) se crea una zona de control de aplicación de agroquímicos, para bregar que se respete. Sabemos que hay quienes cumplen, pero también de personas que han incumplido con la normativa. Eso es lo que generó problemas puntuales en el barrio de Villa Alicia”.
En diálogo con Bichos de Campo, Martínez se quejó de que el juez Villafuerte Ruzo no le permitió al municipio entrar como querellante en la causa. “No pudimos participar; ni siquiera la hemos visto. Nosotros necesitamos no sólo colaborar, sino conocer la verdad de lo estudiado en la misma, y pedir al juez que de certezas sobre las cuestiones que se están dando en torno a este debate”.
Aquí el testimonio completo de Javier Martínez:
El fallo se basó en las denuncias de algunos vecinos, que afirman que existen muchos casos de personas con erupciones y problemas respiratorios. Pero días después la polémica escaló aún más, cuando el equipo de Toxicología de la Corte Suprema afirmó que las napas están contaminadas con 18 agroquímicos peligrosos para la salud humana.
En referencia a los pedidos de informes de análisis del agua de Pergamino, Martínez dijo que “los estudios que están en la causa fueron encargados a Virginia Aparicio, de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del Inta Balcarce, y a Damián Marino, del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química del Conicet. Nosotros pedimos a la Autoridad del Agua (ADA) de la provincia que haga los mismos análisis, y aunque no fue a priori tomada en cuenta en la causa, concluye en que el agua es apta para consumo”.
Los técnicos del ADA incluso cuestionaron los informes emitidos por los técnicos del Conicet y del Inta que figuran en la causa, y en su propio informe aseguran: “La Bacteriología se encuentra APTA para consumo humano, respecto a los parámetros Físico-Químico, los valores informados cumplen los límites tolerables con excepción del Sodio que lo excede levemente”.