Desde hace varios meses, una vez cada quince días, Bichos de Campo y otros medios especializados han venido publicando los informes emitidos por la Red Nacional de trampas de monitoreo de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), la plaga que hizo estragos sobre ese cultivo en la campaña 2023/24. Esta red multisectorial fue montada para evitar que aquella situación desgraciada se replicara en esta campaña 2024/25, y de allí el interés periodistico.
Ahora acaba de salir el Informe 17, que abarca el periodo que va entre el 29 de marzo y el 14 de abril, y que incluye datos recogidos en 389 localidades de la Argentina y también de Uruguay. La entidad que coordina este monitoreo, al dar cuenta del informe, destacó que ya ha pasado la etapa de mayor riesgo, y subrayó que “el maíz 2024/25 está a salvo de la chicharrita”.
Albricias. Aunque esa organización enfatizó que “las altas poblaciones de la plaga registradas refuerzan la necesidad de mantener un monitoreo constante”, a partir de ahora, con el maíz a salvo, será un problema de los agrónomos y ya no de los periodistas, que podremos discontinuar con la publicación de estos informes, al menos hasta que las luces de alarma se enciendan nuevamente. Ojalá no suceda.
Va, entonces, el reporte de Maizar, que para nosotros tiene olor a despedida: “En línea con lo que venían registrando los informes anteriores, el decimoséptimo informe de la Red Nacional de Monitoreo muestra que las poblaciones de chicharrita siguieron creciendo en las regiones maiceras (salvo el Litoral, donde aparecen estables)”, indicó.
Esta expansión de las poblaciones de insecto vector del spiroplasma y otras enfermedades del maíz, según la visión de los agrónomos, “se relaciona tanto con las condiciones climáticas propias de esta época del año como con la finalización de las estrategias de control por parte de los productores, ya que más del 90% de los maíces relevados han superado la etapa de susceptibilidad al complejo de patógenos transmitidos por este vector o han sido cosechados”.
Sin maíz para alimentar y albergar a la plaga, ahora es esperable que comience a disminuir la presencia. Y también se achicará el temor. Ya no se necesitará de tanta atención periodística.
Pero, aunque los cultivos ya se encuentran fuera del período de mayor riesgo, desde la Red Nacional de Monitoreo insistieron en la importancia de sostener las tareas de seguimiento, tanto mediante trampas como con observaciones directas en campo.
“Así como la información generada esta campaña permitió que los productores estuvieran prevenidos y pudieran actuar ante las detecciones tempranas del vector, evitando así repetir el desastre de la campaña 2023/24, ahora es fundamental continuar monitoreando, incluso durante estos meses alejados del inicio de la siembra. Esto nos permitirá seguir construyendo conocimiento sobre la dinámica del vector y mejorar progresivamente la toma de decisiones”, se explicó.
Este es el informe completo:
17° Informe de la Red nacional de D. maidis