Los administradores de fondos agrícolas en el CME Group (“Chicago”) esta semana “pegaron la vuelta” y dejaron de liquidar posiciones en soja y maíz para comenzar a construir apuestas alcistas en ambos granos.
El martes de la semana pasada –según datos publicados este viernes por la Commodity Futures Trading Commission– la posición neta de los fondos agrícolas en futuros y opciones de maíz creció un 83% respecto de la semana previa, al tiempo que en el caso de la soja dejó de estar en terreno negativo para pasar a ubicarse en el nivel más elevado desde febrero pasado.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista). Tales registros se difunden con algunos días de retraso para evitar que tal información impacte en las cotizaciones de granos.
Entre las hipótesis que puede explicar esa violente reversión se incluye la posibilidad de que la administración de Donald Trump logre llegar a acuerdos comerciales favorables con sus vecinos y grandes clientes agroindustriales México y Canadá.
Por otra parte, esta semana el propio Trump dijo a periodistas estadounidenses que está negociando con el gobierno de Xi Jinping un acuerdo comercial, lo que indicaría que la estrategia de “bloqueo” comercial arancelario contra la nación asiática podría desactivarse en caso de llegar a un acuerdo.
El otro factor es el climático. El 30% del área de maíz de EE.UU. sigue en situación de sequía leve a moderada cuando los “farmers” se encuentra en plena tarea de siembra del cereal. Un año atrás para esa misma fecha esa proporción era del 23%.
Se largó la ruleta climática: El 30% del área de maíz en EE.UU. sigue con déficits hídricos
Por otra parte, el pronóstico elaborado por NOAA –también difundido hoy– indica que la proyección climática hasta el próximo mes de julio muestra una persistencia de la situación de déficit hídrico en el noreste de los estados de Iowa y Missouri, así como en el extremo oeste del Medio Oeste.
Por último, la introducción de un nuevo esquema cambiario en la Argentina está provocando una ralentización de las decisiones de venta por parte de los productores agrícolas, lo que podría morigerar la capacidad exportadora del país sudamericano.
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