Un comunicado de la Dirección General de Aduanas y del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China genero un clima de festejo en el sector avícola argentino. La razón es que luego de dos años de estar cerrado a causa del brote del virus IAAP H5, el mercado chino levantó la prohibición para importar carne y subproductos de ese sector.
De acuerdo con el comunicado N°38 de 2025, “con base en los resultados del análisis de riesgo, la prohibición de la influenza aviar altamente patógena en Argentina se levantará a partir de la fecha de este anuncio”.
A continuación, se informó que “se deroga al mismo tiempo el Anuncio Conjunto No. 22 de 2023 emitido por la Administración General de Aduanas y el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales”.
Es importante recordar que Argentina realizó todo tipo de gestiones para reabrir aquel mercado, al que se destina carne y garras de pollo y gallina, que se vio suspendido en febrero de 2023, luego de que el virus ingresara al país y a otros de la región.
Si bien en aquella crisis la mayoría de los brotes se registraron en aves de traspatio, aquellos que resultaron claves para la pérdida de mercados internacionales fueron los 18 eventos registrados en establecimientos comerciales de diversas provincias, que provocaron el sacrificio sanitario de millones de aves.
Para agosto de 2023, Senasa anunció el control de los focos y declaro al país nuevamente libre de la enfermedad. Esto le permitió al sector avícola local retomar operaciones con mercados como el de Singapur, Vietnam, la Unión Europa e incluso Chile, pero no con China.
Aquella relación con el gigante asiático no cambió siquiera con las misiones enviadas por Argentina. Ni Rodolfo Acerbi, en su época como vicepresidente de Senasa; ni Sergio Robert, quien lo sucedió en el cargo; ni Fernando Vilella, en su tiempo como secretario de Bioeconomía de Argentina, pudieron girar el timón del barco.
Esto generó gran preocupación en el sector, teniendo en cuenta que se exportan entre el 10% y el 20% de las 2,1 millones de toneladas de carne aviar producidas, y que China era en particular el gran destino para colocar las garras de esos animales.
También se renovó el temor a mediados de febrero pasado, cuando se confirmó la detección del virus IAAP H5 en aves de traspatio de la localidad de Tres Isletas, en el departamento Maipú, en el centro norte de la provincia del Chaco.
Aunque un informe interno del Senasa afirmó que “la presencia de IAAP en aves de traspatio no afecta el estatus sanitario del país”, había sobrados motivos para pensar que China mantendría su postura.
Sin embargo esta noticia, que fue celebrada por el embajador de Argentina en China, Marcelo Suárez Salvia, y por el sector avícola en general, mostró finalmente que el barco cambió de rumbo.