Según los datos recabados por la asociación civil Fertilizar, el uso de fertilizantes en el sector agrícola argentino alcanzó las 4,9 millones de toneladas en 2024, lo que implica un 7% de crecimiento respecto del año anterior. De todos modos, es poco lo que hay para festejar, pues la comparación se hace desde un año 2023 en que la sequía dio por tierra con prácticamente la mitad de la cosecha.
“La recarga de agua en los perfiles, el aumento de la superficie del trigo y la mayor incidencia del maíz temprano por sobre el maíz tardío fueron los principales factores que explican el aumento”, señaló la entidad que agrupa a las empresas del rubro de nutrición de cultivos, junto a entidades como el INTA.
Aunque la recuperación del mercado no es para descorchar ni mucho menos, Fertilizar remarcó que “este crecimiento en el uso de fertilizantes cambió la tendencia hacia la baja que se venía registrando en las últimas dos campañas, luego de que el año 2021 marcara la máxima aplicación de tecnologías con 5,6 millones de toneladas, que culminó con la segunda mejor campaña de granos de la historia productiva argentina”. Luego siguió la sequía de la campaña 2022/23 y una historia dramática conocida por todos.
María Fernanda González Sanjuan, gerente ejecutiva de la entidad, destacó que “la condición más importante para que se lograra este aumento fue la recuperación de la humedad y la recarga de los perfiles con agua útil”. Este factor fue determinante para el aumento de superficie y dosis en trigo.
El maíz, en cambio, venía condicionado al monitoreo y avance de la “chicharrita”, plaga que había afectado la campaña del año anterior. Si bien hubo una reducción del área sembrada de este cereal – 6.6 millones de hectáreas en 2024 vs 7,9 millones en 2023 -, se modificó sustancialmente la proporción del maíz temprano por sobre el tardío, lo que motivó un mayor uso tecnológico.
Fertilizar remarcó que, a pesar de ocupar casi 17 millones de hectáreas, “la soja continúa siendo el cultivo que todavía utiliza menos tecnología que la recomendada por los especialistas”.
“Desde Fertilizar celebramos este cambio en la tendencia de la aplicación de nutrientes y cómo los productores adoptan esta tecnología para poder producir de manera eficiente sorteando las particularidades que cada campaña nos trae. Sabemos que tenemos un camino por recorrer para hacer posible la mejor agronomía que nos permitirá obtener más rendimientos y mejorar la fertilidad de nuestros suelos”, agregó González Sanjuan.
Con vistas a la nueva campaña agrícola 2025/26, que pinta de márgenes mucho más ajustados, para la entidad será importante “estar muy atentos y profundizar los diagnósticos antes de cada siembra”, ya que “luego de años donde se ajusta el aporte de fertilizantes al sistema, es esperable que encontremos los suelos poco provistos de nutrientes, por lo que debemos ser certeros con los diagnósticos y las dosis. De lo contrario comprometeremos los rendimientos de la próxima campaña”, avisó Gonzalez Sanjuan.