El fiscal federal a cargo del Área de Investigación y Litigio de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Santa Fe, Walter Alberto Rodríguez, pidió la elevación a juicio por trafico de estupefacientes contra un productor al concluir una investigación que lo vincula con el almacenamiento de casi 30 kilogramos de cocaína.
Se trata de Leonardo Roberto Airaldi, productor agropecuario y ex presidente de la Sociedad Rural de la ciudad entrerriana de Diamante, quien está acusado de resguardar cocaína en una vivienda de Puerto Gaboto, localidad costera santafesina ubicada sobre la ruta 11, ubicada en el departamento San Jerónimo.
Según la acusación, Airaldi tenía logística para recibir estupefacientes en un establecimiento rural de su propiedad ubicado en el sector de islas, jurisdicción de Diamante, para trasladarla por el río Paraná y abastecer redes narcos.
Según la calificación legal de los hechos, le imputan el almacenamiento de estupefacientes, delito contemplado en el artículo 5°, inciso “c”, de la Ley N°23.737 y que prevé una pena de 4 a 15 años de prisión. También le atribuyen haber realizado actividades vinculadas al tráfico de droga junto a su empleado –prófugo– Diego Roberto Torres.
La sustancia ilícita fue secuestrada el 10 de agosto de 2022 en el interior de una vivienda que alquilaba Torres “bajo los designios de Airaldi, quien contaba con la estructura y logística adecuada para obtener un mecanismo eficiente dirigido a la exportación de la droga”, fundamentó el representante del Ministerio Público Fiscal.
“La prueba reunida durante la instrucción nos permite, con los alcances propios del estadio procesal, tener por acreditados los extremos fácticos que hacen a la posibilidad de reconstruir históricamente la materialidad del ilícito investigado, como así también la responsabilidad penal que le atribuimos al imputado”, remarca el titular de la acusación en su escrito, que también lleva las firmas de los fiscales coadyuvantes Milagros Traverso y Diego Orzuza Kock.
Todo comenzó con la denuncia presentada por una mujer respecto de amenazas con arma de fuego que habría sufrido por parte de Torres en ocasión de un conflicto por la disputa de una vivienda lindera a la suya en la calle General López al 600 de Puerto Gaboto, lo que motivó la apertura de una investigación.
A raíz de esa presentación, la policía santafesina realizó inspecciones que permitieron confirmar que Torres se domiciliaba en calle Solís al 600 de la misma localidad, vivienda a la que acudía esporádicamente a retirar distintos insumos relacionados a su trabajo de puestero en la isla.
Luego, por orden de un juez provincial, en 2022 se concretó un allanamiento en la casa que habitaba Torres. Allí, debajo de una cama de dos plazas, se secuestraron 28 paquetes compactos de cocaína envueltos con cinta de embalar color azul, que en una de sus caras tenía una fotografía de un avión con la inscripción “Emirates” y el sello “Qatar”.
Las pericias realizadas por la División Laboratorio Químico de la Policía Federal (PFA) confirmaron que se trataba de clorhidrato de cocaína con un alto porcentaje de concentración.
Al confirmar que Torres hacía tareas rurales y ganaderas en la isla, se dio intervención a la Policía de Seguridad Rural Los Pumas de Santa Fe, que, a partir de observaciones e identificación de la zona de islas del río Paraná, permitió reconstruir que en ese tiempo se desempeñaba bajo las órdenes Airaldi.
El 6 de agosto de 2022, la brigada Los Pumas realizó “una minuciosa navegación desde la desembocadura del Río Carcarañá hacia el Río Coronda. Tras veinte minutos de navegación por el río Paraná aguas arriba hacia el este, se detectó una vivienda amplia de material, ubicada a cincuenta metros de las barrancas del río Paraná, en jurisdicción zona de isla de Diamante. En el predio se levantaban corrales, ensenadas y potreros para la actividad ganadera. Al entrevistar a los lugareños, refirieron que ese sector pertenecía a Airaldi, y que aguas abajo del lugar se visualizaba el anclaje de una barcaza desconocida (hacia Puerto General San Martín), en horario nocturno y con movimientos calificados como “muy sospechosos”.
Un testigo de identidad reservada relató ante los investigadores que en oportunidad de contactarse personalmente con Torres luego de enterarse que “compraba y vendía animales”, acudió a su puesto en la isla, pero que en un momento el puestero se puso nervioso tras recibir llamadas telefónicas y, al cortar, le dijo que tenía que “ir urgente a buscar ‘merca’ a Diamante”.
“Pensé que era una joda porque siempre hacía esas bromas y decía que tenía la ‘merca’ preparada, cuando se refería a la carne. Al regresar, vino con un paquete grande envuelto en cinta o bolsa de color negra. Yo estaba en su rancho, me llamó y me pidió que me acerque hasta la costa donde tenía su embarcación, y me dijo que tenía que llevar ese paquete hasta Puerto Gaboto”, narró el testigo.
Luego contó que Torres le pidió que lo acompañara. “Me di cuenta que no era joda. Le dije que no y me quedé en el puesto. Él se fue y tardó como dos horas en regresar. A su vuelta le pedí que me llevara a Puerto Gaboto. Desde ese momento empecé a mantener distancia. Al tiempo me entero del allanamiento que le hacen y le encuentran cocaína”, declaró el testigo.
Torres se encuentra prófugo y por datos que permitan su ubicación para su detención, el Ministerio de Seguridad de la Nación, a través del Programa Nacional de Recompensas, ofrece tres millones de pesos.