“Más vale llegar a tiempo que ser invitado”, dice un viejo refrán popular que bien se ajusta a la sensación que causaron entre los productores las lluvias de las últimas horas. Las abundantes precipitaciones marcan acumulados de hasta 80 milímetros en la zona núcleo, superando todo tipo de expectativas. En algunas localidades suman más de 100 milímetros en los últimos dos días.
Según datos recopilados por la Bolsa de Comercio de Rosario, hasta el momento las zonas con mayores acumulados son el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe. Por ejemplo los monitoreos realizados hasta las 8 horas del día de hoy revelan exactamente 80 milímetros de lluvia en Baradero, en Laboulaye 70 y en Pergamino se han acumulado 66 milímetros.
Si bien las lluvias de las últimas 24 horas en la región núcleo han sido más abundantes de lo esperado, lo que bien merece ser celebrado es la distribución que ha sido bastante pareja, algo muy distinto a los eventos climatológicos anteriores. No obstante, los expertos advierten que en el cuadrante noroeste de la región núcleo, los registros son mucho más bajos.
Para Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCR, estas lluvias llegan en un momento crítico para la soja. “La combinación de la ola de calor y la falta de humedad había generado pérdidas significativas, especialmente en lotes de soja de segunda”. Por eso cree que este alivio hídrico permitirá sostener buena parte de los cultivos.
Sin embargo persiste la incertidumbre ya que las posibilidades de recuperación son pocas. Ahora la prioridad es evitar mayores pérdidas y para eso, será clave que continúen las lluvias en la próxima semana, indicaron desde la entidad rosarina.
Se vienen (¡por fin!) lluvias generalizadas y abundantes para el sector norte de la región pampeana
Para los especialistas, los factores clave que explican la intensidad de estas precipitaciones son la combinación de temperaturas extremadamente altas en días previos—que llegaron a alcanzar los 41°C en buena parte de las estaciones—y el ingreso de un frente frío que provocó un descenso abrupto de más de 20°C en pocas horas. Este choque térmico generó tormentas intensas que lograron cubrir una porción importante del área agrícola con lluvias superiores a lo previsto.