Buena noticia: En diciembre de 2024 las exportaciones argentinas de bienes totalizaron 7035 millones de dólares y las importaciones 5369 millones, lo que generó un superávit comercial de 1666 millones
No tan buena noticia. En la primera quincena del presente mes de enero el gobierno nacional empleó 619 millones de dólares, una cifra equivalente al 37% del saldo comercial del mes pasado, para intervenir en el mercado cambiario.
La ironía es que el sector agropecuario, que es principal proveedor genuino de divisas de la economía argentina, “financia” esas intervenciones que están instrumentadas con el propósito de “planchar” el tipo de cambio oficial para quitar competitividad a los sectores exportadores.
La estrategia de política económica del ministro Luis Caputo es emplear el tipo de cambio como “ancla” inflacionaria, lo que implica que está dispuesta a hacer todo lo que considere necesario para intervenir en ese mercado.
Sin las intervenciones realizadas por el gobierno nacional, el tipo de cambio de mercado negociado en mercados bursátiles locales (MEP) o externos (contado con liquidación o CCL) sería seguramente superior al actual, lo que promovería un “dólar exportación” también más elevado que el vigente en la actualidad.
El “dólar exportación”, cuyo cálculo es publicado diariamente por Matba Rofex, fue instrumentado por el ex ministro de Economía Sergio Massa con el propósito de ofrecer cierto margen de mejora cambiaria a los sectores exportadores –con el agro a la cabeza– sin tener que devaluar el tipo de cambio oficial para que esa ocurra.
El ministro de Economía de Milei, Luis Caputo, optó por mantener ese esquema, integrado en una proporción 80-20% por el tipo de cambio oficial y el dólar CCL respectivamente, en el marco del programa de estabilización implementado desde fines de 2023.
La brecha entre el “dólar exportación” y el CCL promueven una “retención cambiaria” que en la actual coyuntura es de casi el 9% y representa una extracción de recursos a los sectores exportadores.
En lo hechos, se trata de una extracción por “partida doble”, dado que, en condiciones normales, los sectores exportadores tendrían que operar con un tipo de cambio de mercado, es decir, libre de intervenciones oficiales.