Por Nicolás Razzetti.-
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que ya se implantó el 65% del área destinada al trigo de la campaña 2017/18, que según sus cálculos suma 5,5 millones de hectáreas. A pesar del avance en la siembra del cereal, todavía no se cuenta con la habilitación del registro de ventas al extranjero de la nueva temporada, lo que limita la comercialización del trigo y actúa deprimiendo los precios locales de la venta disponible y la referencia a cosecha.
En abril del año pasado, el Gobierno extendió a 180 días el plazo de vigencia de ese registro, lo que le dio más certezas a los exportadores y productores respecto del negocio. Esta medida ayudó además a que la siembra del cereal tuviera un salto importante. Pero este año todavía no se puso en vigencia las declaraciones de venta al extranjero de esta campaña.
Al estar cerrado el registro no se conoce el valor FOB oficial del trigo y entonces los exportadores compran, pero a un precio inferior al de paridad. En la práctica se opera como si los embarques no estuvieran abiertos, lo cual también beneficia a la molinería. El único perjudicado es el productor.
En los últimos días el trigo tuvo una fuerte alza en el mercado de Chicago. En efecto, el viernes cerró con una suba de 11 dólares. Pero por la falta de apertura de las exportaciones esa mejora no tuvo su reflejo en la plaza local.