La Ley Agrícola (Farm Bill) estadounidense de 2018, que expiró en septiembre de 2023 y fue prorrogada un año más, no está vigente desde octubre pasado, lo que implica, en los hechos, que los programas oficiales de asistencia al sector agropecuario –administrador por el Departamento de Agricultura (USDA)– están en un “limbo” regulatorio.
En ese marco, se está tratando de implementar en el Congreso de EE.UU. un régimen de continuidad que permita resolver ese problema hasta que la nueva administración de Donald Trump dedica qué hacer al respecto.
Al respecto, la principal federación de entidades crediticias agropecuarias de EE.UU. Farm Credit, solicitó a los legisladores nacionales que incrementen las ayudas oficiales al sector de manera “sustancial” porque “los productores están sufriendo el impacto de múltiples desastres y una recesión severa”.
“Como representante del primer prestamista del sector agropecuario de EE.UU., Farm Credit evidencia una creciente dificultad económica entre nuestros clientes. Bajos precios de los granos junto con una suba de los costos de producción están promoviendo pérdidas fuertes en muchas empresas”, añadió la entidad en una carta enviada el pasado fin de semana a legisladores estadounidenses.
El texto mencione que el presente año 2024 para algunos productores “será el segundo o tercer año de pérdidas” y que “desafortunadamente expertos proyectan que la situación vigente podría extenderse hasta 2025”.
“Las condiciones desfavorables son especialmente malas para los productores más jóvenes, muchos de los cuales no cuentan con capital suficiente para hacer frente al actual escenario”, alertó la carta.
Si bien la mayor parte de las entidades están refinanciando las deudas de los productores con problemas financieros, Farm Credit indicó que “sin ayudas adicionales por parte del Congreso muchos tendrán dificultades para continuar en el negocio”.
Farm Credit está conformada por una red nacional de entidades que brinda financiamiento a más de 600.000 productores y cooperativas agropecuarias, además de empresas proveedoras de bienes y servicios agropecuarios. En 2023 otorgó créditos por casi 400.000 millones de dólares.