Los medios de Misiones que siguen las alternativas de la crisis yerbatera que se vive en la provincia, luego de que los precios al productor se desplomaran este año porque el gobierno de Javier Milei decidió interrumpir un proceso que llevaba más de veinte años y establecía precios mínimos de referencia, se sorprendieron con las declaraciones del presidente de CRA (Confederaciones Rurales Argentinas), Carlos Castagnani, quien pareció avalar la violenta desregulación del mercado yerbatero que amenaza a miles de productores.
El presidente de CRA visitó Misiones y también regiones cercanas en Paraguay. “Durante su estancia, sorprendió con una posición contraria a la del sector productivo yerbatero, que está sufriendo los efectos de la desregulación que impuso Javier Milei. Castagnani consideró que el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) no debería tener como función la formación de precios, sino ofrecer referencias orientativas para los productores”, informó el sitio misionero Economis.
De todos modos, fuentes de la entidad aclararon que la posición formal de la entidad se adoptó en el marco de la FARM (Federación de Asociaciones Rurales de Misiones). Representantes de las 16 rurales que integran esa Federación lanzaron una serie de sugerencias” Se busca trazar un camino que permita mejorar la situación de este sector clave para la economía regional”, explicó la entidad.
- .Revisión del rol del INYM: Los ruralistas solicitaron que el Instituto divulgue precios de referencia para la yerba mate y se enfoque en elaborar una estructura de costos transparente que sirva de referencia para el mercado. Además, proponen que intensifique sus acciones de promoción y marketing para abrir nuevas oportunidades comerciales.
- CRA plantea, asimismo, que se eliminen los cargos políticos dentro del INYM y se priorice la profesionalización de su gestión, garantizando que las decisiones respondan a criterios técnicos y al beneficio de los productores. También consideran fundamental que el Instituto refuerce sus tareas de control de producto para asegurar la calidad.
- Se solicitó además que el INYM acepte auditorías externas que permitan garantizar la transparencia y la eficiencia de su gestión, asegurando así la confianza de todos los actores involucrados en la cadena productiva.
- Por otro lado se promueven modificaciones al Código Alimentario Argentino, a fin de autorizar la producción y comercialización de diferentes tipos de yerba mate. Esta medida permitiría diversificar la oferta y responder a nuevas demandas del mercado nacional e internacional.
Pero lo cierto es que con este conjunto de propuestas, CRA se desentendió bastante respecto del reclamo de muchos pequeños productores yerbateros que reclaman que el Instituto vuelva a fijar precios mínimos para la materia prima, como sucedió en los últimos veinte años.
“Nosotros consideramos que el INYM no debe ser un formador de precios. Su rol podría centrarse en ofrecer precios orientativos, pero no debería ser su función principal. Esto es algo que seguiremos evaluando mientras recorremos la provincia y conversamos con los productores”, afirmó Castagnani.
En realidad, desde la crisis yerbatera de los 90, y luego de una sanción de una ley en 2002, ese Instituto establecía precios mínimos de referencia para el pago de la hoja verde a los productores y la yerba canchada a los secaderos. Lo hacía cada seis meses sí había acuerdo de todos los eslabones de la cadena, porque de lo contrario -y sucedía casi siempre- el que laudaba un valor de referencia era el secretario de Agricultura de la Nación, siempre tomando en cuenta un cálculo de costos hecho por el INTA.
Esa brújula de precios desapareció por completo desde la intromisión desreguladora del DNU 70 de Javier Milei, que se agravó con el desprecio casi total que mostró el ex secretario de Producción, Juan Pazo, al congelar de facto la designación de un nuevo presidente para el INYM y así dejarlo prácticamente sin chances de funcionamiento. Así, sin precios de referencia en abril y octubre de este año, los precios de la yerba pagados al productor se desplomaron más de 30% respecto del año pasado, mientras que los paquetes de yerba al consumidor subían más de 150% respecto del año pasado.
Está más claro que nunca que la situación fue aprovechada por los eslabones industriales y comerciales de la cadena para recomponer fuerte sus márgenes.
Al referirse al problema, Castagnani mostró su preocupación por la situación: “Sabemos que en diciembre del año pasado el precio de la yerba estaba en 370 pesos por kilo, y hoy ronda los 220 pesos, mientras que los costos de producción se han incrementado enormemente. Esto deja a muchos productores al límite”, reconoció. Pero luego expuso una visión más ideológica contraria a la intervención de lso mercados al desaconsejar que sea el INYM el que vuelva a determinar precios de referencia.
El titular de CRA además señaló que la falta de rentabilidad no solo afecta a Misiones, sino también a otras economías regionales y sectores productivos tradicionales. Atribuyó este problema al alto costo de producción, la presión fiscal y el tipo de cambio que afecta a los costos en dólares.
“El 70% de la agricultura en Argentina se desarrolla en campos alquilados, lo que genera rentabilidad nula o incluso pérdidas para muchos productores. La situación es insostenible si no se toman medidas que alivien la carga fiscal y ajusten las retenciones”, enfatizó el dirigente que proviene de Santa Fe, y que analizó esta crisis desde una visión más pampeana.
En ese sentido, Castagnani planteó: “Es fundamental que el INYM recupere un enfoque que beneficie a los productores y que se respete el equilibrio en la cadena de valor. Seguiremos dialogando con los actores involucrados para alcanzar propuestas superadoras”.