En el año 2024, debido al cambio del esquema macroeconómico, hubo grandes oportunidades para capturar valor en el mercado financiero argentino a través de múltiples instrumentos y estrategias.
“Las cuestiones relativas a la gestión financiera no son habituales en el ámbito agropecuario y, si bien pueden generar miedo, como sucede con todo lo que es desconocido, cuando pasan a ser parte de la cotidianeidad generar un valor agregado enorme en las empresas”, indicó Mariano Romero, Senior Financial Advisor del Grupo IEB, durante el “Espacio Empresario CREA” realizado esta semana en formato virtual por el área de Economía de CREA.
Para 2025, con el ordenamiento de las principales variables macroeconómicas, se presentan alternativas de inversión atractivas en bonos soberanos argentinos denominados en dólares, como es el caso de los Bopreal.
“Un escenario de progresiva reducción del riesgo país se traduce en un alza potencial del valor de los bonos en dólares, lo que torna atractivos a esos instrumentos para incorporarlos en la cartera”, afirmó Germán Díaz, Senior Financial Advisor del Grupo IEB.
El riesgo país o soberano refleja la tasa de interés adicional que abona un Estado nacional al requerir financiamiento respecto de la tasa ofrecida por los bonos de Tesoro de EE.UU. Por lo tanto, si el riesgo soberano baja por una mejora de la confianza y capacidad de pago del país, el valor de los bonos emitidos por el país sube.
Por otra parte, un escenario de progresiva apreciación del peso argentino también tornaría atractiva la colocación de fondos en títulos locales denominados en dólares.
En lo que respecta a oportunidades de corto plazo, una opción para gestionar liquidez siguen siendo las Letras del Tesoro Capitalizables (Lecaps), que son títulos en pesos que ofrecen una tasa fija en un rango del 2% al 3% mensual al considerar el interés compuesto.
“Los retornos ofrecidos por las Lecaps son superiores a los que pueden obtenerse con plazos fijos bancarios o bien con fondos comunes de inversión money market”, explicó Germán.
“Si bien estamos hablando de diferencias porcentuales bajas, en términos nominales el efecto acumulativo de perder esas oportunidades termina siendo significativo”, añadió.
En lo que respecta a la inversión con un horizonte de largo plazo, el especialista señaló que, si bien el valor de las acciones en el mercado bursátil argentino registró un alza importante en el último año, no puede descartarse que esa tendencia logre consolidarse en lo sucesivo.
“Es necesario ser más selectivo al momento de invertir en acciones argentinas, pero consideramos que todavía existen oportunidades en los sectores energético, bancario y en compañías reguladas (servicios públicos)”, apuntó.
Por último, los especialistas recomendaron hacer un seguimiento constante del entorno internacional, con la llegada al poder de Donald Trump en EE.UU. el próximo 20 de enero, para poder gestionar un eventual escenario de alta volatilidad generado por políticas disruptivas.