Los precios de los forwards de sorgo argentino 2024/25 comenzaron a entonarse ante la perspectiva de una oportunidad comercial enorme surgida de un eventual regreso de la “guerra comercial” entre China y EE.UU.
En el último mes los valores de los contratos de sorgo Rosario con entrega entre marzo y julio de 2025 subieron 20 u$s/tonelada para ubicarse en máximos de hasta 171 u$s/tonelada, según registros de la plataforma Sio Granos.
Tal como había anticipado Bichos de Campo a fines de mayo pasado, el sorgo es el producto agrícola con mayor peso geopolítico en la campaña 2024/25. Eso porque China concentra la mayor parte de las importaciones mundiales de sorgo y EE.UU. es el mayor exportador global del producto.
En ese marco, el reinicio de la “guerra comercial” con Donald Trump en el poder en 2025 es muy factible que obligue a China –tal como lo hizo en 2018– a reinstalar un bloqueo comercial hacia el grano estadounidense, lo que representa una oportunidad comercial enorme para Australia y la Argentina, que son el segundo y tercer exportador de sorgo a escala mundial.
Un aspecto adicional es el gobierno chino habilitó el ingreso de maíz argentino a su mercado, aunque la concreción efectiva de esa medida por parte de la administración de Xi Jinping está sujeta a una negociación política con el presidente Javier Milei.
Una vez concretada la posibilidad de exportar maíz a China, eso beneficiará en términos logísticos al sorgo argentino porque, al permitir compartir el flete entre ambos productos, tornará más accesible el costo del flete hacia el mercado chino.
La Secretaría de Agricultura de la Argentina estima que el área por implantar de sorgo en 2024/25 sería de 1,1 millones de hectáreas, una cifra 37% superior a la registrada en la campaña anterior.
Ese aumento se explica en gran medida por el reemplazo del maíz ante la probable incidencia de la “chicharrita del maíz”, insecto vector de Spiroplasma, que en 2023/24 liquidó al menos seis millones de toneladas de la cosecha de maíz. El cultivo de sorgo, además, tiene un costo de implantación inferior al del maíz.