Alarmados por el futuro del INTA, sobre el cual se cierne la amenaza de cientos de despidos y especialmente la pérdida de cuadros tecnológicos muy valiosos, los integrantes de la Mesa Agropecuaria de la Fundación Alem de la UCR pidieron al Consejo Directivo de ese organismo que cese en su pasividad y tome cartas en el asunto, para evitar el desguace.
“En medio de esta preocupación por parte de la UCR, que es compartida por otras fuerzas políticas, se solicitará la pronta intervención de los integrantes del Directorio del INTA, donde además de los representantes del Poder Ejecutivo (tiene tres lugares), de los 7 directores restantes, son 5 de las entidades agropecuarias, 1 de la Facultad de Agrónoma y 1 de la Facultad de Veterinaria”, explicó un comunicado de la Fundación Alem.
Justamente, este viernes en el Boletín Oficial se conoció la designación de dos directores vacantes en el Consejo Directivo del INTA: en representación de la Secretaría de Agricultura asumió al médico veterinario Carlos Alberto Antonio Vera y en representación de las universidades nacionales el ingeniero agrónomo Jorge Omar Dutto.
Salvo algún pronunciamiento aislado sobre la situación del INTA, sobre el cual el Ministerio de Economía reclama la reducción de 1.500 puestos de trabajo, sobre un total de 6.700 empleos, el Consejo Directivo ha sido muy pasivo hasta aquí, mostrando cierta complacencia de los representantes de los productores frente a este ajuste. Sin embargo, el ex presidente del INTA, Juan Cruz Molina, renunció a su cargo luego de liderar un proceso de retiro voluntario que no fue tan exitoso, porque logró tan solo 300 adhesiones.
En este contexto, la Fundación Alem consideró que “la mayoría del directorio está representada por los interesados directos del sector, que son, las entidades agropecuarias y las universidades, quienes tienen la obligación de defender la labor del INTA, que propicia mejorar en forma constante y sostenida la producción agropecuaria, el medio ambiente, la biodiversidad y los recursos naturales, de nuestro país”.
El espacio que coordina Luis María Migliaro se reunió el jueves con la presencia de Agustín Campero, presidente de la Fundación, y dirigentes, del sector productivo y científico para analizar la situación, como consecuencia de los anuncios y hechos concretos por parte del Gobierno, como recortar la planta del personal, decidir la venta de inmuebles y promover una reducción de presupuesto para programas de investigación.
“El dato más alarmante es el riesgo, con la propuesta de retiros voluntarios, de que se pierda capital humano con mayor conocimiento y experiencia profesional, que es la base del desarrollo científico y tecnológico, más aún cuando vemos que la plantilla, el INTA no está sobrecargado de personal, como sí ocurrió en otros momentos, donde se lo colonizó con militantes políticos. Hoy tiene la misma cantidad de personal que en el año 2007”, determinó la fundación radical.