En una historia que ya cumple más de dos años, a partir del bloqueo que se iniciara el lunes 18 de julio de 2022 en la planta que Lácteos Vidal tiene en la localidad bonaerense de Moctezuma, ahora se inscribe un nuevo capítulo público.
La protesta que no tuvo bases concretas para que el sindicato pretenda anular la actividad de la planta entonces y exponga a 26 trabajadores a resignar sus puestos de trabajo, se prolongó entonces por casi dos meses, motivando el despido de estas personas que fueron reemplazadas antes que llegue una cautelar que impedía la decisión empresarial.
Desde aquel mes de septiembre es que ronda un debate judicial que incluye multas en formato de astreintes, apelaciones, suspensiones de los pagos, e incluso la semana anterior se agregó una nueva instancia para que la causa regrese al Juzgado N° 69 de la Capital Federal, para volver a tratar el tema de la penalización, pero sólo sobre las ocho personas que aún no arreglaron su desvinculación.
A pesar de haberse presentado en el Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria de la Secretaría de Trabajo, donde manifestaron esperar una mejora en la propuesta de Lácteos Vidal SA para la indemnización, no cesan en el tránsito de la justicia laboral, mientras siguen su curso causas penales en Trenque Lauquen motivadas en delitos vinculados al bloqueo inicial.
En este contexto, la empresa Lácteos Vidal SA, se manifiesta públicamente “víctima de extorsión por parte de un grupo de ex trabajadores, quienes exigen su reincorporación a la planta y reclaman compensaciones económicas por despidos en un acto que absolutamente ilegal”.
La firma encabezada por Alejandra Bada Vásquez, que es quién se opuso firmemente ante el avance, remarca las presiones indebidas para una recontratación inviable, por la “pérdida de confianza, teniendo en cuenta que estamos produciendo alimentos y el riesgo de seguir vinculados con estas personas nos podrían generar un riesgo sanitario en nuestros productos que son conocidos por su calidad”.
Uno de los representantes legales de la empresa remarcó que “estamos asistiendo a una serie de actos de hostigamiento que buscan, mediante la amenaza y la coacción, obtener beneficios que no les corresponden. Esto va en contra de los principios de legalidad y justicia laboral”.
En tanto, existe una colisión de intereses, porque los mismos despedidos que exigen una compensación económica por su desvinculación son los que insisten con ser reincorporados y seguir cobrando los astreintes, lo cual se considera “un acto contradictorio e ilegal”.
Desde Lácteos Vidal SA, remarcan su compromiso con el respeto de los derechos laborales y aseguran que no cederán ante presiones que consideren desproporcionadas y fuera de la ley. Se destaca la libertad de empresa en esta decisión de seleccionar al grupo de trabajo y no dudan en calificar como “extorsión” a esta actitud de ocho ex trabajadores que siguen siendo motivados en este sentido por la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra).
Lo que está en riesgo no es sólo la continuidad de la empresa, sino también de todos los puestos de trabajo activos que se tienen en Moctezuma, como en el centro de distribución del barrio porteño de Villa Devoto.
El caso de Vidal es uno más de la larga lista de empresas que fueron afectadas por el método de bloqueo que Atilra, al igual que otros sindicatos, imponía en su momento cuando no había penalidades sobre el impedimento de trabajo que ahora está observado legalmente y que es causal de despido a partir de la puesta en marcha de la Ley Bases.
Los reclamos sindicales y huelgas forman parte de los derechos del trabajador, pero de manera alguna se puede impedir a otras personas desarrollar su actividad, he aquí la clave de este y de otros tantos casos.