Luego de que Bichos de Campo instalara en la agenda pública nacional el avance destructivo de dos plagas exóticas en diferentes regiones productivas argentinas, comenzaron a surgir iniciativas orientadas a buscar soluciones concretas para frenar el avance de jabalíes y ciervos axis.
Esta semana integrantes de la filial entrerriana de Federación Agraria (FAA) comenzaron a organizarse para plantear a las autoridades provinciales un marco legal que permita reducir la población de ambas plagas.
Para eso, además de declarar legalmente como plagas a ambas especies, resulta indispensable –tal como sucede en EE.UU.– que se habilite la caza de esos animales por medio de un protocolo oficial que permita certificar la legalidad de esa actividad.
Esa medida, además de implementarse para intentar frenar la expansión poblacional de las plagas, puede también ser viable como fuente de generación de alimentos, siempre y cuando, claro, se instrumenten controles bromatológicos adecuados.
La provincia más avanzada en la materia es Corrientes, que en diciembre de 2020, por medio de la Ley 6543, declaró al jabalí europeo como plaga por “su efecto dañino y perjudicial para la actividad productiva y los recursos naturales de la provincia de Corrientes”, lo que habilitó la caza de ejemplares.
Ley6543Sin embargo, ahora los integrantes de la Sociedad Rural de Corrientes buscan que el gobierno provincial de una paso más para poder encontrar soluciones viables de control en el ámbito del marco legal vigente.
A mediados del pasado mes de octubre las Confederaciones Rurales de Misiones, Corrientes, Chaco y Entre Ríos solicitaron a las autoridades tanto nacionales como provinciales que implementen un plan de control de especies exóticas invasoras.
La proliferación de jabalíes y ciervos axis, lejos de tratarse sólo de un problema productivo, también representa un riesgo vial en rutas y un peligro para ecosistemas naturales en estado de conservación.
De hecho, a comienzos de este años el Parque Nacional Ansenuza, en Córdoba, adquirió una trampa de captura viva con activación remota para evaluarla como herramienta de control del jabalí en el área protegida.
El jabalí es una especie exótica invasora que, por sus características, constituye una grave amenaza para los ecosistemas nativos, además de generar desequilibrios ecológicos, pérdidas económicas, accidentes y propagación de enfermedades a humanos (como triquinosis) y animales silvestres.
En lo que respeta al ciervo axis, esta plaga invasora constituye un riesgo para otras especies autóctonas, dado que ataca huevos y nidos, además de competir por las mismas fuentes de alimentos.